Catedral Sumergida
Del Poemario CATEDRAL SUMERGIDA por Sara Vanegas
en Ediciones de La Línea Imaginaria
CAUTIVERIO
A Rainer María
indefensa
ya liberada
la pantera tropieza a cada paso:
las rejas en sus ojos
le impiden avanzar
SIGNOS
el oleaje al retirarse deja en la arena
trazos indescifrables
como huellas de pájaros
caminas sobre esos signos
y ensayas
ausente
tu propio vuelo
DRON
de pie sobre el acantilado
miro volar mi sombra
agigantada
una mano en el crepúsculo
la otra en las mareas
un pequeño dron graba la escena. continúa su tránsito
VERDE
se encienden las luciérnagas de repente
-estrellas pequeñitas del bosque a oscuras-
y un coletazo de viento te ilumina el rostro
te miras en el agua:
la luz ha dibujado en tus mejillas
extrañas cicatrices
como una melodía verde
antigua
CUAL NAVE A LA DERIVA
quisiera
a veces descansar sobre las olas
con mil cascabeles en la garganta
y un solo pensamiento
AGUA
hoy es martes
como si fuera sábado o sal
como si de repente todos
camináramos simplemente
y fuéramos felices/
pero las aguas te recuerdan
que a ellas nos dirigimos
a su insondable seno//
no importa que sea martes
o que los zapatos te aprieten
o que hayan florecido los rosales/
el agua sigue consumiendo las piedras
y los huesos
nuestra precaria lucidez
ALUCINADA
A Alejandra
cómo acallar las voces que me
habitan cómo ignorar la
insólita presencia de pájaros
muertos en mis manos cómo
desmantelar la tienda de la
locura y volver a la sencillez
desnuda de mi nombre…
DUELE
como en aquellos atardeceres
se acerca tu sombra a besar mi sombra
se abrazan se juntan…
y entonces la memoria duele
LOS PLACERES DEL POETA
A Giorgio
estación abandonada. reloj detenido desde siempre. los edificios se alargan. las puertas se multiplican (clausuradas por el ojo que las creó). de espaldas al agua una triste figura parece aguardar el retorno imposible del tren mientras su sombra soporta la cruda luz del atardecer. desde siempre
OCASO
una paloma parda
entre el oro y la bruma
cae de bruces
en la boca abierta de la noche
CATEDRAL SUMERGIDA
entre burbujas de asombro
los peces le hacen espacio/
fantasmales bajo el agua
naves altares retablos
agujas que apuntan al cielo
más allá del naufragio
el rosetón: ya pálidos colores
seguirán repicando las campanas/
aturdido
un ángel busca sus alas
entre crustáceos algas y la sombra
rota de algún poeta
***
burbujas en las manos
ojos de pez pies de algas
la sonrisa rota de una gárgola
al compás del flotante campanario
y la luna tan alta
que ya no la alcanzan las agujas
solo el rosetón por siempre iluminado
mancha de luz en las profundidades/
desciendo con él con los coros
(que no se apagarán)
recorro sus naves sus retablos
estatuas
y me tiendo en cruz
esperando el milagro