POEMAS DE ALDA MERINI
Traducción por Stefania Di Leo

NACÍ EL VEINTIUNO EN PRIMAVERA

Nací el veintiuno en primavera
yo no sabía que nacer loca,
abriendo los terrones,
podría desencadenar tormentas.
Así, Proserpina leve
ve llover sobre la hierba,
sobre los trigos grandes y buenos
y siempre llora la tarde.
Tal vez sea esta su plegaria…

A TODAS LAS MUJERES

Frágil, mujer opulenta, matriz del paraíso.
eres un grano de culpa
incluso ante los ojos de Dios
a pesar de tus guerras santas
a pesar de la emancipación.
Dividieron tu belleza
y queda un esqueleto de amor
que sigue clamando venganza
mas solo tú lo logras
aunque llorando,
te volteas y ves a tus hijos,
te volteas y no sabes qué decir,
y te callas sorprendida
y te vuelves tan grande como la tierra.

LA PAZ

La paz que fluye del corazón
y a veces se convierte en sangre,
tu amor
que a veces me toca
y luego se convierte en tragedia,
la muerte aquí sobre mis hombros
como un niño lleno de hambre
pidiendo luz y caminando.
Hacer andar a un niño es cosa simple,
terrible es traer a los hombres
hacia la paz,
ellos satisfacen la muerte
por dondequiera,
como si fuera una boca para alimentar.
Pero tú maestro que escuchas
los latidos de muchos soldados,
sabes que el comienzo de la muerte
está hecho de papel,
y que más sinuosos que los dulces,
son los labios intocables
de la mujer que te ama.

AYER POR LA NOCHE ERA AMOR

Anoche era amor,
tú y yo en la vida
huidizos y fugitivos
con un beso y una boca
como en un cuadro abstracto:
tú y yo enamorados
maravillosamente cerca.
Te he encantado y te lo dije:
pero mi gran emoción
se apagó en las palabras .

“La vida no tiene sentido,

más bien es la vida que nos da un sentido,

siempre que nosotros la dejemos hablar,

porque antes que los poetas habla la vida,

debemos escuchar a la vida”

~ Alda Merini

SONO NATA IL VENTUNO A PRIMAVERA

Sono nata il ventuno a primavera
ma non sapevo che nascere folle,
aprire le zolle
potesse scatenar tempesta.
Così Proserpina lieve
vede piovere sulle erbe,
sui grossi frumenti gentili
e piange sempre la sera.
Forse è la sua preghiera.

A TUTTE LE DONNE

Fragile, opulenta donna, matrice del paradiso
sei un granello di colpa
anche agli occhi di Dio
malgrado le tue sante guerre
per l’emancipazione.
Spaccarono la tua bellezza
e rimane uno scheletro d’amore
che però grida ancora vendetta
e soltanto tu riesci
ancora a piangere,
poi ti volgi e vedi ancora i tuoi figli,
poi ti volti e non sai ancora dire
e taci meravigliata
e allora diventi grande come la terra
e innalzi il tuo canto d’amore

LA PACE

La pace che sgorga dal cuore
e a volte diventa sangue,
il tuo amore
che a volte mi tocca
e poi diventa tragedia
la morte qui sulle mie spalle,
come un bambino pieno di fame
che chiede luce e cammina.
Far camminare un bimbo è cosa semplice,
tremendo è portare gli uomini
verso la pace,
essi accontentano la morte
per ogni dove,
come fosse una bocca da sfamare.
Ma tu maestro che ascolti
i palpiti di tanti soldati,
sai che le bocche della morte
sono di cartapesta,
più sinuosi dei dolci
le labbra intoccabili
della donna che t’ama.

IERI SERA ERA AMORE

Ieri sera era amore,
io e te nella vita
fuggitivi e fuggiaschi
con un bacio e una bocca
come in un quadro astratto:
io e te innamorati
stupendamente accanto.
Io ti ho gemmato e l’ho detto:
ma questa mia emozione
si è spenta nelle parole.

Alda Giuseppina Angela Merini nació el 21 de marzo de 1931 en Milán, en una familia de condiciones económicas modestas. En 1947, a Alda Merini se le diagnostica un trastorno bipolar. Giacinto Spagnoletti la publica en 1950, en Anthology of Contemporary Italian Poetry 1909-1949. En 1951, por sugerencia de Eugenio Montale y María Luisa Spaziani, el editor Giovanni Scheiwiller publicó dos poemas inéditos de la autora en Poetesse del siglo XX. De 1950 a 1953 entabló amistad con Salvatore Quasimodo. En 1953 se casó con Ettore Carniti, en Milán. En el mismo año, el editor Schwarz publicó el primer volumen de versos titulado La presencia de Orfeo. En 1955 lanzó la segunda colección de versos, titulada Temor de Dios, con poemas escritos desde 1947 hasta 1953, a los que siguió Una boda romana. En 1979 reanudó la escritura, dando paso a sus textos más intensos sobre la experiencia dramática y perturbadora del hospital psiquiátrico, titulado La Tierra Santa con la que ganó el Premio Librex Montale en 1993. El 7 de julio de 1983 su marido muere, ella, sola e ignorada por el mundo literario, intenta en vano difundir sus versos. En ese período, comenzó a comunicarse por teléfono con el viejo poeta Michele Pierri, que, durante ese difícil período de retorno al mundo literario, había demostrado apreciar su poesía. Se casó con Michele y se fue a vivir en Taranto en 1984. Fue tratada y protegida por su esposo, que era un médico. Entonces Alda Merini escribió veinte poemas-retratos de La urraca, y en 1985 el volumen Vuoto d’amore, y Diario de una diferente. En el invierno de 1989, la poetisa frecuentaba la cafetería Chimera, ubicada cerca de su casa en el Navigli, y ofrecía sus textos a sus amigos cafeteros. En este período nacen libros como Delirio amoroso (1989) e La tormenta de la figura (1990). En los años siguientes varias publicaciones consolidan el retorno a la escena literaria. En 1991 salieron Palabras de Alda Merini y El vacío del amor seguidas en 1992 de La ipotenusa del amor; en 1993, El pantano de Manganelli y El monarca del rey, el volumen Aforismi, con fotografías de Giuliano Grittini y Titano, que fue galardonado con el Premio Librex Montale de Poesía, un premio que la consagra entre los grandes escritores contemporáneos y la acerca a escritores como Giorgio Caproni, Attilio Bertolucci, Mario Luzi, Andrea Zanzotto, Franco Fortini. En 1994 publicó el volumen Sueño y Poesía. En 1995, Bompiani publicó el volumen, La loca de al lado y Einaudi Baladas sin pagar. También en 1994 publicó en Melusine Editions, Un crimen de vida, autobiografía y poesía. En 1996, con el volumen La vida facil, recibió el Premio Viareggio y en 1997 el Premio Procida – Elsa Morante. Muere el 1 de noviembre de 2009.