Todos los Mares se parecen
AUTÓGRAFA Y OTROS POEMAS
DE MARITZA CINO ALVEAR
(De Escenas de memoria, Poesía Reunida, 2013)
AUTÓGRAFA
Otra vez entre cavidades sinuosas, purgando figuraciones rasgadas, junto al goce del revés del sentido.
Nuevamente el poema y la percusión del deseo, fijando el
desbordamiento cursivo, detrás del secreto hedonista.
ESCRIBANA
A esta nueva vida le entrego mis oficios y el no haber podido escribir sobre otra escena.
Seducida ante el placer de predecir, le concedo mi intención por la escritura y el ojo tupido por la espera cruzando la bruma imaginaria, como mis ritos frente al mar que se repiten, frívola escribana, al fin de cuentas.
Ahora que todos los mares se parecen
he vuelto a escuchar su voz epistolar
a mis espaladas la ciudad prohibida
entre faroles y calles circuladas
reserva el secreto de los árboles
como un cortejo de humo reclutando máscaras,
alucinada ante el jadeante zumbido de las olas
un lunar de hojalata confiesa que aún hay tiempo.
Asida del farallón, hurto sus arenas.
ITINERARIO
No será imprescindible la llegada del temporal
para que esta poética cumpla su itinerario
porque va sitiando la memoria
como una estocada de lenguajes circulares
y ha permanecido irreverente
en este refugio sin puertos ni montaña,
asediando las noches y los días
de escenas retraídas que se ocultan
en la mirada obscena del vacío.
CANON
Cuando el humor desordena el tablero de azares, instalo los dardos en el escenario del juego.
Apuesto a todas las suertes, a las memorables noches de sal, a las miradas detenidas, al nudo de los cuerpos.
Convierto la intriga en pieza teatral, el microcuento en desenlace al reverso, me transformo en cómplice, estratega.
Invado el canon del vertigo.
CONFESIÓN
Distraerse de este impulso nómada
abdicando como tantas veces al día más denso
anotando crónicas de andanzas
en este filón de placer que se desnuda
detrás de oficios mínimos y audaces
como si se tratara de una farsa o de un conjunto de afanes,
acechar la pasión desde otro punto
ordenar los silencios en extensas frases húmedas
recomponerse frente a algo inexistente
simulando una coartada
en este filón de placer que se desnuda.
Maritza Cino Alvear (Guayaquil, 1957).
Licenciada en Lengua Española y Literatura, Universidad Católica de Guayaquil. Diplomado en Educación Superior, Universidad Casa Grande. Ejerce la cátedra en algunas universidades de la ciudad y es además directora de talleres literarios.
Ha publicado los Poemarios: Algo parecido al juego (1983), A cinco minutos de la bruma (1987), Invenciones del Retorno (1992), Entre el juego y la bruma, antología (1995), Infiel a la sombra (2000), Cuerpos Guardados (2008) y Poesía Reunida (2013).
Ha recibido notables reconocimientos literarios y académicos.
SOBRE LA OBRA DE MARITZA CINO
En ESCENAS DE LA MEMORIA, el más reciente poemario brotado desde el sobrio pulso lírico de Maritza Cino Alvear, el lector potencial, necesariamente el de cuño especializado, se encontrará con una voz discursiva ducha en “ordenar los silencios / en extensas frases húmedas”, oficio que es el propio de quien, por haber navegado sin descanso en el “aciago dolor del desarraigo”, ha logrado sacar a flor de texto imágenes de reconocible estética, irremediablemente traspasadas por “un filo de ausencia”, el que, antes de tocar fondo en “el canon del vértigo”, fue hiriendo, con una precisa “estocada de lenguajes circulares” , el vientre de un discurso de funcionalidad salobre , para así poder extraer de éste: “el miedo que se instala y habita en piezas de orfandad”.
Cuaderno de bitácora en el que una vocación naviera, lejos de registrar “la historia y sus huídas” que cada naúfrago alberga en el mar de la memoria, optó por trazar,” con desbordamiento cursivo”, la ruta que se extiende desde aquellas “fotografías de infancia en un papel ahumado”, hasta el “onírico vientre de la fábula”; ahí donde se agitan “secretos hedonistas” irremediablemente condenados a ser verbalizados en “escenas retraídas que se ocultan / en la obscena mirada del vacío”, porque de esos materiales disímiles en los que incongruencias tales como el deseo y el conflicto existencial se concilian, está hecha la poesía de signo perdurable. ~ Sonia Manzano
Del conjunto de la obra de Maritza Cino Alvear se podría decir que estamos ante una fuerza verbal, un magma donde los sentimientos se hallan en continua ebullición. Pero sobre todo a partir de Escenas de memoria, la indagación en la palabra poética y en el yo muestra la madurez de una voz que nos atrapa y consuela: «Mientras me sorprenda esa palabra elemental / y me atrapen los peces de un cielo barroco / será posible falsear la escritura». Poesía necesaria, consciente de su vocación, y liberadora: Maritza Cino Alvear supone un descubrimiento por su frescura y profundidad. ~ Juan Carlos Abril