La Malsana Marcha a Contraluz
ANTOLOGÍA DE JUAN SECAIRA VELÁSTEGUI
“…En su recorrido de pie y de palabra Juan Secaira consagra una búsqueda, la del ser que mirando hacia adentro no pierde la vista intuitiva y analítica sobre el mundo; en este rastreo de sí mismo y del otro la poesía lo cubre como una manta, esa piel-albergue que no lo desampara, pero a la que debe abonar su importe: “Continuamos la búsqueda / de nosotros mismos / en un círculo rijoso / con la única compañía / de la manta que nos cobija, nos aprieta y nos castiga”. Qué otra cosa —entre otras— puede ser la poesía para el poeta, sino la posada providencial y al mismo tiempo la intemperie; protección y orfandad; “una manera de estar solo” como decía Pessoa; y esa soledad necesaria es el peaje de cruce hacia un micro-universo donde se impone el apetito feroz de la metáfora…” ~ Ana C Blum
Del libro:
CONSTRUCCIÓN DEL VACÍO
(Editorial Sarasvati, Nueva York, año 2009. Mención especial del premio de poesía Ángel Miguel Pozanco. España).
LA PIEL Y LA MANTA
La piel como una manta apretada cobija los huesos, los latidos
y, con esfuerzo, alberga un origen, un embrión.
Somos una broma pesada espuma de una cerveza antigua; números viejos, repetidos, inertes.
Solo la piel se mueve busca, rompe, desgarra. El resto es una bolsa llena de aire, de vacío.
Sin salida, túnel sin final buscamos alrededor, saciamos el hambre, la gana
en otras pieles
anónimas, antónimas, vulgares, y luego
continuamos la búsqueda de nosotros mismos
en un círculo rijoso con la única compañía
de la manta que nos cobija, nos aprieta y nos castiga.
ALMOHADA
La lejanía está tan cerca
que hasta resulta cómico nombrarla así.
Está en los huecos que se abren a cada paso cuando intentas hablar y la pared te lo impide.
La lejanía te rodea, te ata los cordones
y se ríe de ti, a centímetros de tu rostro inmóvil.
Es tan cotidiana que hasta puedes palparla
cada mañana, muy cerca de la almohada matrimonial.
Del libro:
NO ES DICHA
(Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade, editorial El Tábano, 2012).
INSANIA
Otra vez la enfermedad. Olvidada y visitante.
Cara de obstinación, ser otro o intentarlo, frontera del objeto, máscara agujereada por el sol y la costumbre; palabra que jamás llegará porque el cuerpo ha ganado la batalla
el sopor: ancla y pertenencia de cartílagos que vuelan.
Verse. Tratarse. Enter (r) arse. Escupir para adentro. Fallar para adentro. Comerse las ganas esperando a otro que no conecta, porque carece de sangre; ocupado en taparse los oídos con lujosa y abundante pedrería.
El dolor no se elige: ni matones ni héroes. Traspasa la
línea de la norma y golpea, martilla: ruido, polvo destrucción de cabellos erizados, de ombligos disponibles y matemáticamente nulos.
Otra vez la enfermedad; agua, pastillas, reposo repaso, libro ya leído, no sirve llorar, que a nadie le importa. Reírse, digna respuesta, aunque se diluya en humo.
Cada alma camina por un sendero; aprender los senderos: imposible; aprehender las almas: estéril.
Dejar que la sangre fluya, que nos empape, que colabore, llegar a destino lo más pronto, resumiendo las pisadas, quitándoles belleza e importancia.
Treparse en hilos de lluvia y subir, subir, subir.
PRESTIDIGITADOR EVOCADO
Por lo menos he llegado lejos en la vida conozco mis miedos
me sobrepasan
velocidad
locomotora atravesando pueblos aprendí la vegetación, verde, verdes
arropamiento inmensidad de horizontes abiertos templados
manos callosas y francamente alegres silencio allí, melodioso; camino, extenso orilla de tierra, matorrales, ortiga
juegos, correrías, sustos, monstruos verbales noche cálida, a pesar del frío
arrullan las fragancias en aquellas parcelas de comunión
pasan mis miedos con la fuerza de un tren entre rieles me aferro
al último bocado de mi infancia
lo consumo como a un postre mal guardado
prestidigitador de inconveniencias siempre abro el cajón equivocado.
Del libro:
SUJETO DE IDA
(Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2014).
Parece que la palabra es la duda no misterio sino cuadrilátero
de dos tratando, tratándose pintando un cerco imposible.
Mejor remitirse a la catástrofe conmoverse sería
un atisbo.
Mecánica de la mitad motriz absoluta diluida en la nuca
duele el primer tiro amontona el estropajo y se agolpa la garganta.
Azarosa inconveniencia.
Carreteras con el viento de la infancia. La timidez no solo como rasgo.
Abandonarse sin terminar el exceso de decirlo.
Sangrar de la mano derecha al romper el vidrio para poder escapar. El fútbol como extrañamiento.
Seis cervezas, tres pastillas
el horizonte como un hongo abierto.
Respirar plegarias que nunca llegan al amén.
Del libro:
RIBERA DE CRISTAL
(Ediciones de Pandora, Tampa-Florida, 2015).
TRAVESÍA
Cuerpo contra el cielo minúsculo de la página la casa es una marea
alivio sobre el canto del desfiladero.
Quito respira en escondites ocultas historias sin abrir.
La lluvia traza preguntas de otros cantos.
Dios es la poesía donde se extraña al reino. La poesía es el reino donde se extraña a dios.
Atraviesa el hueso escapa de su sitio y rompe el sistema ominoso.
La poesía es una lágrima de hueso que llora y sostiene
para no sostener y no llorar.
Escribir poesía para deshacer la novela de otros cuentos.
Madre lía tiempo moldeado en luz.
Hija hasta flotar con peces justo al lado
próxima continua fiesta.
¿Por qué agrandar la vida si lo que se hace es buscar los residuos que se esconden
en el arroz de la comida diaria?
Rama encendida desde y para cantos de sirena alas abiertas contrahechas cruces.
Desvivirse en los cartílagos y el agua gotas o vapor
precipitada transitoria travesía.
ENVOLTURA
Se deja el tiempo la caja fuerte del día sigo atento al presagio de cambios
en la marcha de las horas.
Entiendo que gano algo de dinero una opción mecánica
cirugía de medicinas diarias
como creer en fantasmas tocarlos y luego callar.
Que el secreto siga siendo música donde vuela lo poco nuestro.
Hacer malabares y caer y recaer en la más dura de las repeticiones en el golpe
eso supone el transcurso a otra dimensión
la que te tumba unas horas con absorta insurgencia para terminar después de la trifulca la música
y la sensación de algo mejor.
No cuentan los conocidos de la noche ni los proveedores del día para la noche
ni los doctores y sus pastillas tampoco los parientes
ni las voces dictatoriales ni las doscientas alegrías ni el brazo muerto
ni la pierna rota ni el agobio ni el rasgo que se cubre guardando en su silencio
lo que resta queda y subyace
una porción semejante a la envoltura de la infancia.
Del libro:
La Mitad Opuesta
(Quito, 2017)
UN TRAZO
Estos poemas fueron escritos
con la mano menos hábil
en hojas recicladas
y casi siempre con un lápiz
hay evidencias
del dolor
y uno que otro dibujo
de los que se hacen al apuro
así mismo apareció una piedra dentro de mi cabeza
ruido
escrito con un puño
al aire
tanta magia en un truco
incierto
poesía
en el punto donde
al volver
partimos.
VOLUMEN
Las cosas nacen cuando se las echa de menos
he requerido de gran supervivencia para anunciar
/el fin del uso de las manos
/precisamente de una porción de vida envenenada en tiempos remotos
la una se ha ido un poco antes como suele suceder en todo romance
ahora sí se escuchó el campanario
hasta el corazón en el agua fluyendo
cada golpe duele el doble pero en cultura impar
una flecha de hierro en lugar de pena o queja
un disparo al aire que también en niebla acompañe
incinerados recuerdos de mares inconclusos
sigilosa prueba asimétrica para días lluviosos
el sentido del cansancio como signo de cierta vitalidad
la ira y la circunstancia de seguir
como si la cabeza viviera en horrendos cristales
el volumen del dolor
su manto.
Juan Secaira Velástegui (Quito, Ecuador, 1971). Ha publicado el ensayo Obsesiones urbanas, texto crítico acerca de la obra narrativa de Humberto Salvador. Los libros de poesía: Construcción del vacío, 2009, mención especial del premio Ángel Miguel Pozanco (España). No es dicha (Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade), 2012. Sujeto de ida, 2014. Ribera de cristal, 2015. La mitad opuesta, 2017. Y Caracoles hacen círculos en las sienes (Una de las plaquetas ganadoras de la colección «Cronología del Espejo», de Editorial Despertar), 2017. Forma parte de antologías nacionales e internacionales. Su obra poética ha sido traducida a varios idiomas y ha recibido reconocimientos en el Ecuador y en el extranjero.