OCHO POETAS ECUATORIANOS INVENTAN
LAS VOCES DEL AMOR

Jorge Dávila Vázquez
Ileana Espinel Cedeño
Carlos Eduardo Jaramillo

Violeta Luna
Sonia Manzano
Julio Pazos
Bruno Sáenz
Catalina Sojos

 

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“Unidad” de Eduardo Kingman (Artista Ecuatoriano 1913-1997)

 

 

JORGE DÁVILA VÁZQUEZ

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DE LIBRO DE HORAS

Hora 51

Espera
del amor
interminable
recontar
las minúsculas estrellas
del polvo
mientras el cuerpo entero
se vuelve corazón
desasosiego

Espera del amor
y su silencio
retumbando en las sienes

Espera del amor
interminable
todo en el cuerpo sabe
a lluvia
a corazón que late
a ola
de polvo.

 

Hora 22

Volver a ver el rostro
del amor
que sobrecoge

Acariciar la imagen
el recuerdo
el instante
la palabra.

Tomar entre las manos
la huella de la mano
y sentir en la boca
como la gota de lluvia
en la carrera
el beso nunca dado.

Reconstruir
con líneas
con sonidos
con un matiz acaso
su cuerpo
la voz suya
su memoria
una boca
unos ojos
el rostro del amor
adivinado.

 

Hora 29

A veces te recuerdo
con el asombro
que contemplaste
un loto en los jardines
de aquel palacio florentino
convertido en albergue

A veces vuelvo a mirar tu rostro
frente a las catedrales
góticas

A veces retorna tu estupor
ante la música escuchada
en un teatro inmenso
y lejano
perdido entre la bruma
del recuerdo
de una ciudad
con su medialuna de mar
entre las casas.

A veces cuando azotan
mistrales a mis velas
y caen a lo lejos arboledas enteras
tu rostro de Granada
fascinado
regresa
y te siento
remota,
pero también más cerca,
íntimamente amada
piel a piel
sueño a sueño

A veces
no retornan
ni tu voz,
ni tus manos,
todo vaga en remotas aldeas
de infortunio,
todo es piedra de olvido
y raíz de tiniebla,
sólo me queda entonces tu rostro desvaído
ante la luz asida
por los impresionistas
o tu voz en la noche helada
de un febrero en que todas las aguas
cantaron
como un coro
de sirenas de plata.

 

DE JARDÍN PROHIBIDO

2

Tu beso
en el crepúsculo.

Y más allá
los grandes árboles:
su proa
hacia la sombra.

3

Los jardines
del tiempo
y la memoria
se extienden…
ilimitadamente.

Al borde del horizonte
crecen lilas
y se siente
el perfume del muguete.

Manos de niebla,
tímidas, delicadas,
traen la primavera
en esas flores,
otra vez
a la puerta.

En la penumbra,
callados,
nos miramos.

 

 

ILEANA ESPINEL CEDEÑO

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EL PRACTICISMO

El practicismo práctico sugiere que me case
con un buen comerciante,
porque así dejaré de recibir auspicios
y de dar recitales…

El practicismo práctico alega que no puedo
vivir solo de versos;
que necesario es pasar donosamente
y digerir manjares
y no frijoles secos…

Mi madre de mi alma
está de acuerdo en esto,
Y lo mismo mi abuela,
mi tía,
mi cuñado,
mis dos lindos hermanos
y todos los amigos de mi querida gente…

De la raíz más honda del practicismo, brota:
“¡Ileana, un comerciante!… ¡Un comerciante, Ileana!”

Pero Ileana,
la tonta,
la lírica,
la loca,
se casa
-si acaso se casa-
con un poeta pobre.

 

TE QUIERO

Te quiero porque tienes todo lo que no tengo:
una vaga sonrisa que amanece en tu frente
como el rocío leve,
la actitud débil, lánguida como mi tedio,
el corazón vestido, sumergida la sangre
y el alma verde.
Una vida para vivir, otra para reír
y otra para morir,
el método y el orden
rimando con el yermo de tus razones,
la alegría en el canto, el ronquido en la noche
y lo demás, de día…

Yo que río de angustia y de placer sollozo,
que conozco la extraña plenitud de las horas,
que muero a cada instante y, sin morir, elevo
mi sangre alucinada al cenit del deseo,
que poetizo -sin ver mi corona de huesos-
con un mar en la ruta y un puñal en las alas,
te quiero porque tengo todo lo que no tienes.

 

IMAGEN DEL AMOR

Podría renacer de las cenizas,
viva lumbre de sed desparramada.
Podría consumarse en el despojo
de todo lo tangible que perece.
Podría ser el tótem que somete
al exilio la sangre enajenada.
Podría ser la luz, mas es tan sólo
el madero que flota en el naufragio.

 

 

CARLOS EDUARDO JARAMILLO

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MI CABEZA NO TE AMA

Mi cabeza no te ama como mi cuerpo.
Nada se puede hacer: ella siempre fue así.
Suele empozarse en Dios
reírse a carcajadas
de la ingenuidad de los relojes
llorar con el un ojo
con el otro
verse llorar
devorar su cadáver
devolverlo
resucitar
(acribillada de
profanadas palabras
humillada como un homosexual).
Mi cabeza no encaja con mi
cuerpo.
Tú no encajas con mi cabeza.
Pero mi cuerpo te ama
y sobrelleva
la aguda espina de mi pensamiento.

 

ELLA

Ella
a quien no le dedico este poema
sabe mejor que nadie
que no puedo sacarla de paseo
mostrarla en la escritura
darle besos volados
ella sabe muy bien
que no nombrándola
está
que hizo su casa
dentro de mí en algún sitio
donde es penoso y duele
ella sabe que es el unicornio animal fabuloso
sirena desperdiciando su canto
porque yo mismo me he amarrado al mástil
con nudos ciegos
ella sabe además
que se multiplica en espejos innumerables
que ella es
la Otra
inasible
que juega con mi corazón en sus manos
ella sabe muy bien
que es una mariposa nocturna
un sol reminiscente en mitad del verano
ella sabe también
que es tan mudable
que no encuentra su forma
atrapada en la fiebre de su magia
ella no sabe en cambio muchas cosas
que yo ahora sé
y que mañana no sabré
ella siempre detrás de la pared
en el trance de ser
y no asomarse nunca con su rostro
de haberse extraviado en el rostro y la forma
de las otras
de la Otra
ella misma en la sombra
de frente o de perfil
amándome
dejándome
volviendo
detestándome
confundida también en la sala de espejos de mi yo
buscando cuál el verdadero al que se pueda herir
con amoroso daño
ella la Otra
que se inventa los modos de Ella
su sentido de culpa original
su purificación por el olvido
ella la que se acuesta debajo de su sombra
tratando de morir
y no puede.

 

 

VIOLETA LUNA

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HOY TE CIERRO LAS PUERTAS

Hoy te cierro las puertas corazón
para pensar a solas,
fríamente pensar
hasta vaciar la lógica
y el silogismo pálido.
La poesía es libre.
Las cosas en azul son poesía.
Por tanto mis monólogos son libres.
Y en esta libertad de puerta adentro
resuelvo mis conflictos,
repito y analizo,
recuerdo y rectifico.
Estudio cada cosa y consecuencia
y limpio las ideas.
La mente es una máquina
que suele registrar las decisiones,
contar las pertenencias y los fraudes.
Mientras pasa el día
y acechan fríos monstruos en mi cueva
me falta el sol y el fuego.
Espera corazón,
quiero abrirte la puerta nuevamente.

 

LAS PAREJAS

Me gustan las parejas
que pasan con las manos enlazadas
y ríen y caminan
como pisando estrellas
reventando lunas.

Y son parejas jóvenes
que se hacen una sola
cuando las baña el viento.

Y hay otras más cansadas
que salen mansamente los domingos
a recibir el sol en cualquier parte
y juntas se diluyen hasta el último.

Entonces siento miedo
cuando mis manos solas
como banderas muertas van cayendo.

 

CAL Y FUENTE

Tus brazos
se adentran en mis brazos
lo mismo que en los puertos el océano.

-Y tú sobre la noche
me lustras otra aurora-

Mis labios son la puerta
para ingresar al júbilo
encontramos un silencio
contra el silencio mismo.

Mi pelo es una rama
cortada con tu mano.
La empapas de caricias
para que no se quiebre.

Soy una cal quemante
delante de la luna.
Prepara tu torrente
y vorazmente apágame.

 

 

SONIA MANZANO

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DE BREVES APUNTES SOBRE EL AMOR

1

Pongo la palabra amor
cerca de mi oreja
y no me dice nada

Hundo mis colmillos
en la pulpa engañosa del amor
y su carne destila
un sabor a cenizas

Dejo que el veleidoso amor
roce con sus muslos firmes
el escudo de hielo
que protege a mis miedos
y el amor retrocede
herido por los vidrios
de mis frígidas fiebres.

Ahora
acaricio un mal recuerdo del amor
con mi mano amputada

2

Aparta de mí este cáliz
no me pidas que hable sobre el amor
no me pongas a sudar sangre grumosa
en éste por demás reseco
huerto de los olivos

Alzo mis manos en plegaria
y pido que se haga el amor
pero el amor no se hace

¿Cómo puedes pedirme
que hable de algo que todavía no invento?

3

No quiero que el amor
vuelva otra vez a horadarme el corazón
con sus vueltas de tuerca
al rojo vivo

4

Hasta que conservé
una cierta capacidad para amar
fui una aceptable poeta
ahora soy
una sibila enmudecida
incapaz de adivinar
qué barco sin destino
la llevará a su destino

 

LA PIETAT MELODRAMÁTICA

Recuesto tu voz en mi regazo
ni tú eres de verdad
ni yo soy de verdad
pero qué dulce es la mentira con que miento
qué dulce es la piedad con la que cubro
tus galas purulentas

Mañana la impiedad
a golpes de martillo
demolerá tu voz
en mi regazo

 

PREGUNTARÉ POR TI

Preguntaré por ti de todos modos
aunque de todas partes te hayas ido
perderte fue más fácil que encontrarte,
por eso no hay recuerdo ni hay olvido.

Alguna vez estuvo programado
algún encuentro dulce y clandestino,
pero a la hora exacta del pecado
mi corazón no fue ni el tuyo vino.

Lo nuestro comenzó casi acabado,
lo nuestro nunca fue y sólo ha sido
un día ya lejano del pasado
un árbol que de arder se ha consumido

Preguntaré por ti de todos modos
aunque de todas partes te hayas ido,
y aún si el mismo amor se me ha secado
podré llorar de amor si estás conmigo.

 

 

JULIO PAZOS

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MI NOMBRE EN TU BOCA

Cabello, tela del vestido, colores fugaces:
Es solo un instante de filmación que se apodera del cerebro
o de mi vacío
Espío y espero mi nombre en tu boca, sonidos en la incierta
canción del cuerpo.

 

TE RECUERDO MIRÁNDOME

Te recuerdo mirándome,
quizá me figurabas un joven lince de patas almohadilladas
que entraba en tu sueño.
Fueron esas horas en la penumbra,
mientras mi cuerpo se alertaba en la fiesta de tus dedos.

 

PARA SIEMPRE

Limpiar baño, dormitorio, cocina y vidrios que dan al exterior.
Suprimir el progreso del polvo en anaqueles y mesitas esquineras.
Limpiar la jaula del perico verde-azul.

Gruesos cipreses se acaban y sueltan frágiles escaras.
En una tarde sin bordes se desciende al interior con lentitud.
Un desfile de siluetas recobra la niebla.

En esta materia de musgos y helechos
solo tú, gota a gota,
quedas para siempre.

 

EFUSIÓN

Retorno al beso,
a ese más blanco y dulce
que la carne de la chirimoya;
a ese que me acompaña
con sus alas vibrantes,
mojadas con la sangre
que derraman los dioses
en sus noches de fiesta.

El beso se repite
y me camina
en toda la extensión
de la selva del cuerpo.

Se trata del beso que vaga
/ en las cimas de la ideología burguesa
como si fuera una liviana hoja sin memoria
o es el remanente de convulsiones colectivas
que aguarda escondido detrás de las banderas,
junto al afán de cambiar de nichos a las cosas.

Es el beso programado en la cadena de la vida
que se formó en el abrazo del agua y la candela,
antes de los cafetos, de los tucanes,
de los metates que se suspendieron en el lodo volcánico.

Me gusta retornar al beso
porque me place en su compañía vagar en esta latitud
tan contenta de sus campanarios, de sus nardos, de sus danzas colectivas…

 

 

BRUNO SÁENZ

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DE MÚSICA NOCTURNA

No hacen ruido
(ni la lengua, ni el tranco,
ni el harapo que vuela).
Acomodan su ausencia encima de una losa
cualquiera.
Se vendan con la tibieza de la luna
a guisa de sudario,
hasta la altura de ambas fosas
oculares.
Si hay una voz, aquí, es el rumor del viento.

 

Cruje la cama.
¿Quién se tiende a mi lado?
Sé su nombre. He pesado
su cuerpo con mis manos.
Esta vez, lo sostienen
las sombras.

 

Barca desmemoriada,
nave quieta,
balanceo en la sombra
del agua,
tu cuerpo.

 

Pequeña forma de mujer,
envoltura sin peso de la sabiduría,
arcano del color de la miel,
apasionada espina,
ilusión de la rama florecida,
apenas un temblor en el claro de la luna,
solo un nombre
en la insensata albura de la página.

 

Como piedra,
cae,
rasga la piel
del sueño, se sumerge
hasta el fondo
el ave de ceniza.
El ascua que la hiere
desatinadamente, se consume
en la mano de bronce
de la onda.

 

ESPEJO TACITURNO

Puedes secarle la frente, buscar en vano su aliento.
No vas a decirle adiós: nadie aguarda en ese cuerpo,
nadie en la sábana blanca.
te deshaces de una serie de fotos amarillentas,
de hojas sueltas (¿el otoño?, ¿un libro que se desgaja?,
¿sólo unas motas de polvo?)
Vuelves al revés la bolsa. No quieres llevarte nada.
(¿Un mechón de sus cabellos, la sonrisa de sus labios?)
El azogue del espejo te mira (no te has mudado
de traje, de faz, de nombre):
hay detrás de ti un vacío, una falta; te desprendes del zurrón de la nostalgia.
Tu pupila no se tarda en el desorden del lecho, en las cruces de madera,
en el eco cavernoso, en la voluble memoria;
pregunta a la luz del día (abre todas las ventanas,
sale a la calle, a los patios.
Tu sombra adelanta el paso…),
a la mano que, discreta, se posa leve en tus hombros.

 

 

CATALINA SOJOS

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MANTRAM

te seguiré llamando como las campanas de los monjes budistas
con porfía
y vos seguirás negando esas realidades que no asumo

***

huyo como una vieja gacela entre árboles morados
el calor obliga a la sombra

encuentro mis huesos
y la palabra que sostiene los muslos calcinados

las pirámides me mirarán pasar
con una huella extinta

 

ARENA

cuando el hombre llegó me ofreció un ramo de rosas, yo deseaba un espejo;
me negué a aceptarlas. sonrió y se marchó en silencio.

pasaron seis meses hasta que apareció con un violín, yo deseaba una esfera;
me negué a aceptarlo.

sonrió nuevamente y se marchó en silencio.

anoche volvió, me entregó una espina. la acepté silenciosamente, entonces
el hombre se deshizo delante de mis ojos atónitos.

ahora cargo mi espejo, mi espacio y mi espina pero sigo deseando
la arena de su cuerpo que desapareció con la última ofrenda.

 

DANZA

así
con un golpe de fresas estrujadas
tu mirada en mi boca

con el fuego latiendo en el desvelo
las yemas de tus dedos

con enjambre de chispas en el pulso
mis manos en tu pelo

con la misma ingenuidad de las raíces

mi cuerpo crepitando
en el árbol de tu cuerpo

 

BRINDIS

escucho tu voz como una rosa marchita
terciopelo y lágrimas
“no llores” alcanzo a entender
insisto en la lluvia… los pétalos han volado.

***

te amé con la palabra suspendida
untándonos
flores de sangre
miel y saliva

mi cuerpo: ese paisaje que inventó tu lengua.

 

LA ESPERA

Escucha cómo brota mi silencio
en el musgo enmarañado de tu ausencia
mira cómo se queda el pensamiento
agazapado en la esquina
de tu aliento
mi corazón es una sombra oblicua
anegada de pena
mientras en algún sitio
se derrama la noche
regálame las hebras de tu luz
para tejer la espera.

 

EPITAFIO

yazgo sepultada en mi yo
beso y sed que se extinguen en su bóveda.
la calle se rodea de tumbas.
una mujer amanece como una mariposa fría.

 

"Ternura" de Oswaldo Guayasamín (Artista Ecuatoriano 1919-1999)
“Ternura” de Oswaldo Guayasamín (Artista Ecuatoriano 1919-1999)

 

 

(Selección de textos para Metaforología
“Colección Micro-Antologías” Ana Cecilia Blum)