Abrazos Arqueológicos
Sonia Manzano Vela es guayaquileña, poeta, narradora y pianista; doctora en Ciencias de la Educación, especialización Literatura, por la Universidad de Guayaquil. Ejerce la docencia en el Instituto Integral Sudamericano, plantel de su rectoría, desde el año 1980. Ocupó la Subsecretaría de Cultura de la región Litoral y Galápagos en los años 2007-2008. Ha escrito los siguientes poemarios: El nudo y el trino (1972), Casi siempre las tardes (1974), La gota en el cráneo (1976), La semana que no tiene jueves (1978), El ave que todo lo atropella (1980), Caja musical con bailarina incluida (1984), Carcoma con forma de paloma (1986), Full de reinas (1991), Patente de Corza (1997), Último regreso a Edén (2007).
ABRAZOS ARQUEOLÓGICOS
Dos esqueletos juntos no hacen un amor prehistórico,
huesos ávidos de sí mismos
no hacen abrazos arqueológicos.
No necesariamente quienes ponen las mismas palabras sobre la mesa
mueren juntos en la misma cama.
Dos ausencias unidas por la espalda
duermen en un solo olvido.
Más piedras sobre estos huesos hubieran impedido
siglos de imprecisiones históricas.
Por ahora, todas estas palabras separadas
no forman más que momentos tardíos
dentro de un largo período deformativo temprano.
Vaciaré en bronce muecas zoomorfas
cuya estupidez vaya de oreja a oreja,
y colgaré una hamaca de cobre entre mis fosas nasales
para que así sea más fácil que pastoreen mi vida.
Si tenso el arco, como solía hacerlo,
le atinaré a la manzana de la garganta
y dejaré libre el pájaro de la cabeza.
Las puntas de estas flechas fueron sumergidas
en un odio de obsidiana,
no obstante, me curaré por su curare
de cualquier aberración histórica.
De huesos será la próxima crónica sobre la cual escriba.
Boomerang, regresa
y golpéame en esta terminal nerviosa
que aún emite señales.