POEMAS DE RAÚL VALLEJO

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PAISAJE URBANO # 2

Todo el mundo está conectado a la Red

pagamos felices por grilletes tecnológicos;

nuestro cuerpo es un escaparate de marcas.

Todos, menos la vieja que duerme

debajo del paso elevado de la Calle 26.

 

Todos somos navegantes extraviados del ciberespacio

porque vivimos como androides con vísceras. Todos,

menos los gamines de los semáforos de la avenida Caracas

menos el loquito de la Plaza Bolívar que aspira pegamento,

menos la errante sagrada familia, desplazada de todas partes.

 

Todo el mundo está conectado a la Red…excepto

los mil millones de seres humanos que cazan

en los tachos de basura el dólar nuestro de cada día.

 

ESPACIO VIRTUAL

En la sima sin fondo del misterio que te rodea,

en la oscura meditación de tus plegarias,

en el luminoso transcurrir de tu rostro desnudo,

danza la avidez de puerto de los navegantes virtuales.

Si hay noche en la noche incesante que nos descobija,

ella se extiende en los códigos aleatorios de la Nube.

 

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INCONFESABLE

Hoy te vi y no supe qué decir y me avergüenzo de aquello.

Estabas como yo quiero ser y no me atrevo.

Eras tú y yo tu espejo roto.

Hoy te vi

y supe que eras yo en clave de deseo.

 

AUSENCIA

¿Qué es el recuerdo sino el recorrido de un cuerpo en la memoria de otro cuerpo despojado de caricias?

¿Qué puedo hacer con tu olvido si mis desvelos huelen a ti, que caminas durante horas atrancadas de esta ciudad que palpita?

Tu ausencia es un fantasma que llega y platica hasta el momento en que tu mano me toca otra vez.

 

DESEANTE

El deseo es una tormenta que todo lo arrasa, desprevenidos

Nos envuelve en su torbellino y nos eleva por los aires;

Somos levedad de hojas del tiempo.

 

El deseo es un ciego que agita su lazarillo sin dirección alguna

Y golpea con lenguas de fuego de un volcán que despierta;

Somos lava que lame la tierra encendida.

 

El deseo es un nombre que se estaciona clavado en nosotros

Daga caliente que atraviesa el vientre extraviado;

Somos el ansia satisfecha del instante.

 

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PIES SOBRE LA TIERRA

Después de tanta trashumancia, tus huellas

han marcado el mundo de tanta vida.

Tus pies, que mis labios han besado sin tregua,

posan su planta suave en mi ser que te acoge.

 

La maravilla de tu huella en la playa silenciosa

es prolongación de la caricia y el beso.

 

Tus pies alados te elevan

por sobre la arena desolada

en tu arte de partidas

en mi derrota transida de esperas.

 

PERDIDA EN VILLA DE LEYVA

El frío de la tarde resbala por la montaña

y el sol andino besa la tierra reseca.

El viento desolado muerde mi rastro

y las piedras de la plaza ahogan mis huellas vanas.

 

En esta villa en un tiempo colonial,

¿cómo la memoria resulta presencia dócil

de tu alma indómita en mi yo andante?

 

Vida, te pierdo en esta tristeza de frío.

 

 

raul-vallejoRaúl Vallejo. Nació en Manta, Ecuador en 1959. Tiene varios libros de cuentos publicados: Máscaras para un concierto, Solo de palabras, Fiesta de Solitarios, Huellas de amor eterno y Pubis Equinoccial. Ha publicado también las novelas: Acoso textual, El alma en los labios y Marilyn en el Caribe. En poesía publicó: Cánticos para Oriana, Crónica del Mestizo, Missa solemnis y Mística del Tabernario. Ganador de premios internacionales en cuento, poesía y novela.

Para conocer más sobre el autor puedes visitar: www.raulvallejo.com

 

 

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Selección de textos y fotos : Aleyda Quevedo Rojas
Concepto de página y artes: Ana Cecilia Blum