En los vidrios de la tarde
De latidos, de soledades y de eros. Dos hermosísimos poemas de la escritora cubana Odalys Interián Guerra.
A la memoria de Ángel Ganivet
Siempre la misma soledad
cargada de los otros
El río en su angostura
en su jaula de niebla el corazón
Siempre el agua renovándose
el impulso
los latidos reales de la sed
Siempre el pájaro en el árbol
y la estación
Siempre la trampa
el estirón pacífico del sol
que se resiste a quedar en la penumbra
y el silencio siempre
y la luz como un cuchillo
y la palabra
páramo y más páramo la oscuridad
Siempre la noche
y la muerte siempre
un pupilaje sereno
sobre la luz insomne de los peces.
Bajo los álamos rojos
y los tilos
me gusta el engranaje y ola
que hace tu presencia
como te desnudas
y como enciendes
los vidrios de la tarde
Memorizo tu cuerpo en la colina
sobre los trigos
en esa altura alucinante
donde nacen los vientos
la fresa parpadeante de masiva luz
el polen
Y quiero gastar la imagen
de la lluvia
gastarte en el reflejo
hasta cegarme
y descubrirme enamorada
y descubrirte
Un rumor sembrándose
un perfume
y en el fondo
los mismos horizontes
la abundancia de ti
la belleza del amor
y la certidumbre
La letra rondándome
y va y viene el signo
tu cuerpo en el desorden
un aroma de música despierta
y estas quedándote
puliendo en mí
la almendra vibrante y silvestre
del corazón
en la curvatura íntima del sol
Odalys Interián Guerra (La Habana, 1968). Poeta y narradora. Ha obtenido diversos premios por su obra. Publicó el poemario “Respiro invariable” (Extramuros, 2008). Poemas suyos aparece en antologías editadas en Cuba y el extranjero, como “Espacio Mínimo” (Cuba, 2008), y “Nacieron en La Habana” (Ecuador, 2009). Graduada del diplomado Historia y práctica de la creación poética 2006. Resultó finalista en el concurso de cuento: “Cuéntale tu cuento a la Nota Latina 2013” y obtuvo el segundo lugar en poesía en el concurso Internacional Facundo Cabral de poesía aquí en Miami.