En el alma un bosque
POEMAS DE MERCEDES ROFFÉ
de DIARIO ÍNFIMO
REMINISCENCIAS
hoy en el cielo hubo fuegos
y grises y algún jirón rosado
desplegándose
sobre el río brumoso
─su horizonte
hoy fue un día de luces
y sorna y farsa
y algún mirar fastidiado
un desencuentro
un libro que alguien dejó caer en tus manos
una pregunta
una espera
hoy quien quiera que fuese
leyó como si amara
en la palabra el alma que la intuye
o labra o borronea
hoy alguien susurró
al oído de alguien
un poema improbable
incierto
receloso
como una garúa
de LA ÓPERA FANTASMA
ROMPIENDO EL CÍRCULO VICIOSO
Mi sino
llevar en el alma un bosque
blanco, estéril
en los ojos, la nada
y en las manos, el aro que me ahorque
un nido en la cabeza me conmina
a nacer en mí
un cuervo, mientras tanto
espera que amanezca
que se rompa el hechizo que conjugan
su mirada y la mía
CANTATA PROFANA
(J. S. Bach)
a Patricia Guzmán
Hay un aljibe que canta
Hay un aljibe que recibe
cantando a sus visitas
Ondas
de agua clara
Ondas
como felices de ser
y de ofrendar
Hay un aljibe que canta
con voces como de lluvia fresca
Hay un aljibe alrededor
del cual
los ángeles hacen ronda
y se celebran
Hay un aljibe como una morada
como una
cámara
nupcial
Hay un aljibe al que se acercan
los justos a beber
y al que en las noches oscuras
se acercan
los tristes a hurtadillas
(por eso esperan)
Ondas como ungüento derramado
Trinos
ángeles – pájaros
De filigrana de luna la herrería
¿Qué manos se entreveran?
¿qué dedos
como blancos narcisos
juegan a confundirse?
(Alguien finje
que se oculta)
Ondas del mar de la tierra amada
tierra dejada y deseada
Estrella
Orión
Cruz
de plata señalada
Sur guardado
en el mullido cofre del alma
Hay un sur
Hay un mar
Hay un aljibe que canta
O NOBILISSIMA
(Hildegard of Bingen)
1.
Nave
Oro
Mármol
Hierro
sangre y cobalto en los vitrales
O antes:
cedro y piedra y sombra
y ecos
y humedad
Cómo no creer
en la luz que cobija
El manto del Altísimo
como un bosque
Entra
penetra piérdete
Déjate
abrazar
por ese bosque
2.
Voces hay como la serpiente del deseo
Modulaciones
como
un llamado a pecar
y a comprender
Voces como senos hay
Déjame
morar en ti
oh templo guarecido
3.
¿Dudas?
¿Merodeas?
¿En qué certeza
harás nido, paloma
ave de paz?
4.
¿Qué aguas
vibran
por detrás?
brújula
pedal
cristal continuo
5.
Voces hay que abren
los portales del Sueño
6.
qué confesión
qué viajero
te ha llevado a soñar
sonoro muro de Bingen
un ritmo tal y tales
instrumentos
y tal
modulación
de arena y mirra y canela
qué confesión
qué viajero
7.
Esa conjunción
de canto y de campanas
¿hablará acaso
de algún cielo seguro
de alguna paz o fe en alguna
posterior bonanza?
¿o será más bien quizás
el dulce réquiem
que asegura
que es este tenue prado
el único final
la única estrella?
8.
A maitines
a
despertar y aprestar
la boca de agradecer
los ojos de
develar
la luz del alba
y los oidos de asir
el son vibrante de un
universo
que
a pesar
a pesar de todo
se alza y se abre
como un libro
un mapa un loto
bienoliente
oh flor magnífica
de CARCAJ : VISLUMBRES
PARTE 1
XVIII.
vasijas de la nada
somos
—dijo—
derramándose
en lo oscuro
vejigas de la nada
derramando
—dijo—
orines, óxidos, rubíes
centellas
—dijo—
que en su caída
( nuestra )
encuentran
su hybris
su obsesión
añil dignificado
somos
—dijo—
por el alado
vuelo del alma
entre ser y no ser
PARTE 2
un son
somos
apenas
una titubeante
nota
sostenida
por la trémula mano
o el aliento
—falto o
cumplido—
de la luz que nos mira
ese vibrato
que
por un instante
irrumpe
no ya en el silencio sino
en el anónimo rumor
insomne
inacabable
ese tañido
ese encaje
urdido por el tedio
o la violencia
una hora
de ese reloj hambriento
somos
y aun reímos
y amamos
y tememos
el final de este sueño
quién la Creación crearía
sin menester
de algo en que contemplar
un espacio/tiempo incierto
iluminado
exceso o gnosis
fugacidad
acaso
adivinada
en los pliegues del día
permanencia
robada
acaso
a la era azul de la noche
cuando no había día ni noche
pautando el cielo
sino un desvelo
moroso
único
infinito
escandiendo
el afanoso forjar del demiurgo
cuando ni noche ni día había
y músicas
de otros mundos
como navíos en mar abierto
conjuraban
el hambre
y la nostalgia
de lo aún increado
LA PROSPERIDAD DEL ALMA
La prosperidad del alma
acontece
como acontecen las torres
o esos buques cargados de olvido
que atraviesan
la ronca estepa de la noche
ahhh, la nieve
y las góndolas deslizándose
bajo antorchas de laurel y saúco
embalsamando el aire
(¿quién no habría de cantar?)
chisporroteo + estrellas + tintinábulos
entretanto
como una cinta
de raso y plata
se devana
un nombre en el cielo
MERCEDES ROFFÉ. Una de las voces más reconocidas de la poesía latinoamericana actual, nació en Buenos Aires y vive en Nueva York desde 1995. Poeta, traductora y editora, entre sus libros de poesía se destacan El tapiz (publicado bajo el heterónimo Ferdinand Oziel; BsAs, 1983); Cámara baja (1987); La noche y las palabras (1996); Canto errante (2002); Memorial de agravios (Córdoba, 2002), La ópera fantasma (2005), Las linternas flotantes (2009) y Carcaj : Vislumbres (Madrid/México, 2014). Dos antologías de su obra merecen mencionarse: Antología poética (Caracas, Pequeña Venecia, 2000) y Milenios caen de su vuelo. Poemas 1977-2003 (Tenerife, Idea, 2005). En 2011, la editorial Amargord de Madrid reedita Canto errante seguido de Memorial de agravios, prologado por Raúl Zurita y en 2012 Vaso Roto Editores reedita La ópera fantasma. En 2013 se publica La interrogación incesante. Entrevistas 1996-2012, en edición de E. M. Lamboy (Madrid, Amargord, Colección ONCE). En traducción, libros suyos se han publicado en Quebec, Inglaterra, Italia y Rumania. Desde 1998, dirige el sello Ediciones Pen Press (www.edicionespenpress.com). Entre otras distinciones, recibió una Beca John Simon Guggenheim (2001) y una beca de la Fundación Civitella Ranieri (2012). Reside en Nueva York.