Donde se quiebra la Luz
Metaforología tiene el privilegio de presentar Donde se quiebra la luz, el más reciente poemario de Lizette Espinosa
Prólogo por Chely Lima
Una voz de mujer, calma, reflexiva, habla de los paisajes cambiantes de su mundo interior, y es así como Donde se quiebra la luz narra la cotidianeidad del deseo, la angustia y el reto de ser uno mismo en femenino, y de imponerse a los más afilados vericuetos del sendero personal –camino sobre una cuerda floja / que cede a ratos probando mis agallas…
En este su primer libro, Lizette Espinosa aparece con un estilo que ha cuajado para darle un perfil muy preciso, muy suyo, a esa forma de versificar con tanta sutileza, sin amaneramientos ni excesos de palabras. Las imágenes en las que se apoyan los enunciados del discurso poético son claras, simples y fuertes: Una franja en el suelo me obliga / a apoyar el corazón hasta oír el disparo. / En cada aliento una bandada / de pájaros emigra. La música del verso es refinada y entrañable.
Se termina uno el último poema y se regresa al principio, para repetir el ciclo en voz muy baja. Y es fácil apropiarse de lo que se cuenta allí, es fácil reflejarse en los cristales donde arden con la sobriedad del sueño lúcido las diminutas anécdotas y las metáforas que asoman un instante para volver a sumergirse después en la sombra quieta de lo que se intuye. Nada sobra, nada falta. El aliento es perfecto.
POEMAS DE LIZETTE ESPINOSA
DONDE SE QUIEBRA LA LUZ
Donde se quiebra la luz
afloran desafiantes los abismos.
Es llano el sendero hacia sus lindes,
angosta su garganta.
Llevo de compañera una cigarra
en este andar a ciegas
donde solo se palpan las entrañas.
No sé qué encontraré entre la maleza,
temo a las alimañas que las pueblan.
Pero heme aquí de nuevo
con la boca repleta de mendigos
que buscan su sombra.
CADA DÍA
Cada día camino sobre una cuerda floja
que cede a ratos probando mis agallas.
Cada día presumo que todo está resuelto.
Que no hay nada que hacer que no sea
llegar a la orilla y cazar un par de milagros.
Cada día una orilla.
Cada día un milagro.
Siempre la cuerda.
QUÉ HACER
Qué hacer con tantos atuendos
y sus costuras,
dobleces,
o artificios
para agradar al mundo.
Mi desnudez espanta
los cánones del día.
Es preciso cubrir
la propia esencia,
guardar en los bolsillos
el asombro,
la eterna fascinación,
la blanda lengua
para moldear abismos.
Es preciso arropar
la tempestad del pecho,
que insiste en mostrarse
tal cual.
PARQUE ALMENDARES
Sobre todas las cosas el invierno.
Sobre el río que lame el fondo
y es el fondo mismo.
Sobre todas las cosas el musgo.
Aliento de la muerte merodeando
en la hoja, el bote, la tarde.
Mi sombra junto al banco,
dando de comer al tiempo
su dosis de perdón.
TAN CERCA
Está pasando todo y nada queda
tan lejos como para ignorarlo.
Las bocas que nos rozan también sobreviven.
Han puesto en subasta los andamios,
las urnas de cristal donde revolotearan
las certezas.
Han erigido nuevos monumentos.
La lluvia no consigue borrar los caminos
por los que hemos andado.
El polvo desconoce las fronteras.
Está pasando todo, tan cerca.
ENAJENADA
Una calle, una voz.
Autos, sombrillas.
Una ardilla trepando.
Un barco en la bahía.
Un Cristo mal clavado.
Una vida pariendo
esa otra vida.
Todo sigue su curso,
todo gira.
Tras la noche
sabes que vuelve el día.
Y todo se repite
y yo me salgo
saltando hacia la nada,
que es todo.
Y vuelvo a ser
esa luz que palpita
en la otra orilla.
TODOS HABLAN
Todos me hablan de naufragios.
La vieja cicatriz abre los ojos.
Dicen que son tibios los vientos
en esta playa y noble el suelo.
Dicen que es posible el rescate.
Ahora oscurece,
el aire tuerce los ojos y hace escupir
palabras que no saben de rumbos.
Yo sé de ciertos parajes…
Yo sé que he estado siempre
donde no se me nombra.
SOBRE LA OBRA DE LIZETTE ESPINOSA
Lizette Espinosa ha tomado el camino de la poesía con gran paciencia, como si fuera japonesa. De hecho al mirarla, al oírla siento que es portadora de la sabiduría oriental. Sus versos muchas veces son cortos un… dos… tres… arropados con una poética directa que nos deja perplejos por todo lo que encierra. Aquí no hay exceso de palabras ni trucos. Lizette Espinosa no está en una carrera para ser la poeta del momento. Ella está en un camino, en el camino espinoso de la poesía. El único que existe para un verdadero poeta. ~ Manual A. López – Manny (Poeta, narrador y director de Project Zu. Desde Nueva York, 2015)
Lizette Espinosa es una poeta torrencial, basta entrar en algunos de sus versos para quedar empapado de conmoción. La aparente sencillez de sus poemas guarda revelaciones abisales que son encuentros impostergables “donde se quiebra la luz” buscando la sombra de la palabra. Hay en la poesía de esta autora instancias que no dejan escapatoria, porque una vez que se es parte de ellas, estas inefablemente se perpetúan como olas en el espacio de la memoria, y entonces “es preciso arropar / la tempestad del pecho, / que insiste en mostrarse / tal cual”. ~ Ana Cecilia Blum (Poeta y ensayista, editora de Metaforología.com. Desde el sur de la Florida, 2015)
Lizette Espinosa. Poeta cubana nacida en La Habana, 1969. Ha desarrollado su vida profesional en el campo del diseño aplicado a la arquitectura y la ingeniería. Es co-autora de: Pas de Deux, Relatos y poemas en escena (Snow Fountain Press, 2012), ganador del International Latino Book Awards 2014 en la categoría de poesía escrita por varios autores. Su poesía ha sido publicada en diferentes revistas literarias de los Estados Unidos y España. En el 2014 fue invitada al Festival Atlántico de Poesía “De Canarias al mundo”, donde ofreció un recital poético en la Biblioteca Insular de Las Palmas de Gran Canaria, España. Actualmente reside en Miami, Florida.
DONDE SE QUIEBRA LA LUZ
Lizette Espinosa
Prólogo: Chely Lima
Portada: Leopoldo Gómez
Foto de la autora: Cesar Torres
Eriginal Books
Miami, Florida, 2015