Ilusorium
Metaforología presenta Ilusorium el más reciente poemario de Víctor Jiménez
Prólogo de Ilusorium por Manuel Adrián López (Manny)
Mucho ha llovido desde que Víctor Jiménez nos mostró su Siete ciudades. Esta nueva entrega, —Ilusorium— recopila poemas de un hombre que ha vivido en la penumbra por demasiado tiempo. Ha transitado por ese túnel oscuro y finalmente ha encontrado un claro de luz. Una sonrisa le alumbra este nuevo camino; no es una sonrisa cualquiera, viene vestida de luces de bengala, viene de la mano de una guerrera que se deja ver desde la portada del libro.
Leo cada poema con calma, reposo, porque descubro enseñanzas en cada uno. Debo confesarles que me sorprenden; siento la palabra más sólida, más consistente. Pongo atención porque estoy justo en la puerta, en el umbral de un libro que marcará un antes y un después en la poética de este hombre retraído con una filosofía tan madura para vivir que cuesta trabajo entenderla, si uno no está preparado para aceptar que la soledad es el camino de una vida mucho más inteligente.
Dice el poeta:
A partir de hoy
Escribiré con silencios
Con miradas.
Paso las páginas de este libro que quisiera a toda costa fuera mío, tropiezo con uno y otro verso, me cuestiono cómo es posible que no conozca a este poeta, que lo haya tenido tan cerca y no he sabido de su pesar, no he tenido la sutileza de reconocer el desamparo que lo afligía y que ahora es evidente en cada poema.
Sin embargo se ha salvado algo de tanta oscuridad. Ha escrito un poemario coherente que lo ubica dentro de los nuevos valores que se abren paso en la literatura escrita en esta ciudad. Ciudad que alberga una manada de minotauros isleños que sin leer ni tan siquiera un verso, son capaces de ponerte el pie encima e intentar aplastarte. Víctor Jiménez está por encima de todo eso. El solo quiere aplacar los demonios que lo persiguen desde siempre.
Dice el poeta:
Hago lo que puedo
no busco la salvación.
Ilusorium debe leerse más de una vez. Le recomiendo al lector adentrarse entre las líneas como si fuera un pájaro perdido en un bosque. Tropezar con lo visible, darle picotazos sin dejar de hurgar en la profundidad de lo que esconde cada verso.
POEMAS DE VÍCTOR JIMÉNEZ
Azar de letras
Entre el asfalto
y la poesía
forjo letras al azar.
En este ejercicio
del decir, descubro
palabras aleatorias,
metáforas en clave.
Inquiero un verso
escrito, una palabra
alada. Primigenia.
Verbo, belleza
y vicio se deslizan
a ras de mis sueños
Versos que invocan
melancólicos una
liturgia de nombres:
Bukowski, Eliseo Diego
Kerouac, Jorge Luis Borges.
La palabra es solo
golpes de dados.
Son solo nombres.
Letras. Dispersas al azar.
El olvido
En este paisaje de olvido sin fondo
Miami se hunde en el Atlántico,
y una misiva de Winston Churchill
derrotado se desvanece en un instante.
Marcel Proust nunca escribió su
Á la recherche du temps perdu,
padecía de Alzheimer y solo recordaba
las tetas de su tía Leoncia.
A Montaigne el postmoderno
le gustaban las comparsas de Río de Janeiro:
vaya nihilista trasnochado
que acercaba la luz a las tinieblas.
Ella, La Habana, toda lúdica
se apuntala de memoria con estiércol,
como una promesa de salvación
contra el olvido.
Nocturno
En noches de insomnio
voy reconstruyendo mis obsesiones,
juego con la memoria,
recorro paisajes hace tiempo olvidados:
puentes azules,
los lugares comunes de la niñez:
el sol iluminando un jardín,
una habitación fragmentada,
un cuerpo desnudo.
Recuerdo ciudades:
esplendores nocturnos en Bogotá,
una buhardilla en París,
un cerro en Valparaíso,
una esquina de Madrid.
Juego con una infinita sucesión de imágenes.
Es de madrugada en esta ciudad
vulgar y nerviosa.
Vivo —a veces— en blanco y negro.
Llueve contra los cristales.
Apago la luz.
Blanco
En el espacio
blanco de la hoja
fluyen eternas,
palpitantes,
las palabras.
Ante el enigma
y el misterio,
asumo el reto
de despertar al silencio
como prueba de que existo.
Filo
En esta tarde soporífera
comienzo una aventura
itinerante sin salir de casa.
Atormentado, porque me falta
un cigarrillo, he querido hablar
con las paredes de mi deseo de
viajar por este mundo.
Antes que la noche me castigue
con sus preguntas, le pido a la
tarde que no se hunda todo
bajo esta falsa sensación de libertad,
porque hoy jueves siento miedo.
Miedo al silencio del camino con destino.
Miedo a la quietud infinita
de la lluvia puntual de marzo.
En estos días sin retorno
respiro profundo… y me olvido
de las montañas de Chechenia.
Neurosis
Hago lo que puedo,
no busco la salvación.
Solo quiero descubrir un destino,
descubrir la palabra idónea
que desinfle este ego agotado.
Desde los restos del naufragio
tejo mi personaje,
tejo una trama con neurosis cotidiana.
Siento que un vacío
inmenso recorre el universo,
que lo superfluo se ha instalado,
pero me niego al desasosiego.
Renunciar a la pregunta
es aceptar la fugacidad;
negar lo eterno es saber el final.
Nadie se salva cuando el arte ataca:
la belleza siempre termina por escapar.
Palabras
No nací aquí,
pero esta ciudad
me hizo suyo
sin quererlo.
Mis mañanas
encuentran su signo
de magia soñolienta,
dispuestas como notas
recién estrenadas
cantándole a su tiempo.
Uno no escoge la hora
para marcharse de este mundo,
mientras tanto
me regodeo con algunos
versos de migaja simple.
De repente, soy un chico
de diez años, sin guardarme
lo que siento.
Mi boca es una puerta
por donde se marchan
las palabras.
Las sagradas palabras
que ahora lanzo al viento,
en ruta hacia la nada.
Víctor Jiménez, La Habana, Cuba, 1965. Productor de televisión y escritor. En el campo audiovisual ha realizado publicidad, cortometrajes y documentales, algunos de ellos premiados en festivales internacionales. Sus textos han sido publicados en diversas revistas de los Estados Unidos y Latinoamérica. Actualmente reside en Miami y trabaja para el Centro Creativo de Promociones de la Cadena Telemundo, donde se desempeña como productor. Ha publicado el poemario Siete Ciudades (Pensódromo, Barcelona, 2012).
SOBRE ILUSORIUM
– “La poesía de Victor Jimenez es juego, es un acto de autenticidad que no es otra cosa que la práctica misma de la libertad; porque como lo lúdico no requiere explicación ni implica el conocimiento de ninguna verdad, ese acto inocente se convierte en algo así como el reto de un niño que juega al infinito”. ~ Elsa J. Varela (Poeta y narradora, Colombia)
– “Lo cotidiano y lo trascendental, lo coloquial y lo amatorio se dibujan, se pintan, se filman. Meterse en las líneas de Víctor Jiménez es andar los fotogramas de una jornada vital a través de sus cristales verbales”. ~ Ana Cecilia Blum (Poeta, Ecuador)
© Víctor Jiménez
© 2014, Red ediciones S.L.
© Imagen de cubierta: Obra del pintor Orlando Yanes
Retrato al carboncillo de Ana Cortina Fon (2004)…
“La fuerza, la lealtad del corcel y otra vez la luna”
Editor: Henry Odell
Diseño de cubierta: Pensódromo [21]
Corrección: Ana Victoria Fon
Prólogo: Manny López