Construye en mí tu casa
Metaforología Gaceta Literaria tiene el gran gusto de presentar varios textos de “Construción de los sombreros encarnados / música para una muerte inversa”, poemario de Siomara España y libro ganador de los Juegos Florales de la Casa de la Cultura del Tungurahua en el año 2013.
Vengo desde el principio
donde el fondo de este vaso
es la pupila del mundo
soy un hombre derrumbado
por el canto de otros hombres
vengo ingiriendo a gritos
el acorde de mi última emboscada
Yo
tardío
y
solo
prodigando la brutal nostalgia
que de hueso a carne me devora
asomándome al mundo
como se asomaban los antiguos
cazadores nórdicos
los de oscuridad en las cavernas
y la oquedad de los antros
No creo en la virtud
en la elocuencia
en la palabra
No creo en las cubiertas
ni en la malsana estolidez
de escaparates atestados
de preciosos artilugios
Soy un hombre ambiguo
ambiguo como la música
como los acordes matemáticos del piano
Afuera los castillos
de la ciudad maldita
ciudad maldita
entre las benditas ciudades de la ira
donde los sombreros y las calles
ya no existen
y solo queda ahogar en vino
la delicia del pecado
La escritura es un bien irreversible
La escritura es un mito irreversible
como los acordes que acompañan
el tambor de mis visiones
columpios que se alejan en secreto
ascensor que besa el cielo
en las partituras más excelsas
He vuelto
vivo y muerto
zaherido
bajo la planta de un ciclón
longitudinal y eterno
como la pupila sobre el dedo
en la impenetrable mandíbula del tiempo
Los sombreros siguen ondulantes
ostentosos
con sus bípedas lenguas entornadas y vacías
la melodía invade la plaza de palomas
atrás la catedral
y las ventanas
y el agua que se mueve
con su coronado desprecio
de tormenta y sangre
Regresan otra vez los alaridos
la sonoridad de la música del piano
los aullidos del silencio que martillan la cabeza
y el oído que se rompe
que se va rompiendo lentamente
porque las premoniciones
fueron desde siempre su estandarte
y la caja sobre el pecho
quiebra su silencio
porque solo el silencio rompe
lo que el tiempo estalla
Soy el pez que cayó una y mil veces
en su propia trampa
la pesadilla
de mis propias pesadillas
la hoja que se triza tras la vuelta de la página
y el último espejo reflejado en mi propia ciénaga
c
a
i
g
o
en el amanecer
Soy la peste de las primeras grutas
del inmundo mar de las especies
donde el prodigio más sublime
no podría fecundar
la llanura de tu vientre
Soy el timbre
que retumba y no responde
el cuerno
de los antiguos llamados de la tierra
quiero guardarme de la noche
del frío
y de los primeros nubarrones de los ojos
para no caer desnudo
ante el silencio
pero esto es solo un sueño
en el amparo más fiel
de las constantes pesadillas
Vuelve y entreteje en la memoria
los días más soleados
vuelve y sopla entre mis ojos
la luz que ciega y nos aísla
Tengo las manos congeladas
crepitantes
como las mórbidas mandíbulas del ártico
que no mengua
ni en las sombras del boreal de marzo
porque los lobos del poniente
ya no trizan sus nostalgias
en los estrechos senderos
y ahora sus espíritus retumban como espadas
en el filo de la noche
Ven
abandonemos juntos
la ciudad vedada a los excesos
alteremos juntos
la ciudad prohibida
y entre los muros de esta catedral en ruinas
construye en mí tu casa
Gocemos juntos
del secreto esclavizador de los rincones
del frenético enjambre
de tus manos en mis manos
dilatemos nuestros cuerpos
contra la moralidad de las pasiones
Tadzio de los altares nómadas
vierte tu salvia
y sálvame
de las mismas vanidades
He regresado a ti
juzgado y condenado
al perpetuo don de la inmundicia
con esta impura esquizofrenia
que corroe mi cuerpo
con esta estúpida avidez
de construir mi música en tus manos
viejo y nauseabundo
como mandrágora de Oriente
Siomara España Muñoz (Ecuador, 1976). Poeta y Catedrática de Lengua y Literatura. Ha recibido los siguientes premios: Primer Premio de poesía, Juegos Florales, Premio Nacional de poesía Casa de la Cultura Ambato 2012; Primer Premio de “Poesía Universitaria”, Universidad de Guayaquil 2008; finalista del concurso de cuentos «Jorge Luis Borges», Argentina 2008. Ha publicado los poemarios: Concupiscencia, Editorial El Ángel, 2007; Alivio Demente, Editorial Alpamanda, 2008; De Cara al fuego, Editorial El Ángel, 2010; Construcción de los sombreros encarnados /música para una muerte inversa, publicado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Tungurahua, 2013, como parte del Primer Premio que obtuvo el poemario en el Premio Nacional de Poesía; Contraluz, Editorial La OneHitWonder Cartonera, 2012; Jardines en el aire, Editorial Mar Abierto, 2013; El Regreso de Lolita, Editorial El Quirófano, 2014. Ha sido incluída en múltiples antologías poéticas de Ecuador, Hispanoamérica y Europa. Así mismo consta en varias Ediciones Cartoneras de Latinoamérica. Parte de su obra ha sido traducida al inglés y al francés.
Qué tremendos poemas emanan de nuestra Siomara España, nuestra digo: ecuatoriana, manaba, hija de Umiña digo. Los versos de Siomara dando golpes entran y dando golpes se asientan. Remecida en ecos ando luego de leer sus “sombreros encarnados”. Luego de dejarme herir con sus esquicitos puñetazos existenciales. Perturban sus versos cuando penetran en “la pupila del mundo” haciendo del oyente la historia del hablante porque este se sabe ese mismo hombre descrito: “hombre ambiguo / ambiguo como la música / como los acordes matemáticos del piano”. Se muere un poco con la palabra de Siomara, se nace también, se recoge y se fractura otro poco con la emoción empinada que provoca mientras transmite sus hielos y deja “las manos congeladas / crepitantes / como las mórbidas mandíbulas del ártico”, poemas-escarcha que nos queman y cuyo humo salta al pozo permanente de las sienes. ~ Ana Cecilia Blum (Editora de Metaforología Gaceta Literaria)