Coleccionista de tus mutaciones
POEMAS DE LUIS ENRIQUE YAULEMA
DE TRES
Ya no sé de ti
aun después de tus pasos
solo prismas en la piel
¿me recuerdas?
Sigo sin reloj dando vueltas
haciendo burbujas con tu nombre
que se repite en millones de
amaneceres
Me dijo calla y parpadeó
recogió su cabello
partió
a veces la recuerdo
cuando en el campanario
las aves oran
Deja esta noche burlona
amante de agua
que se escape en frutas
como palabras maduras
Sé que aún puedo soportar
el amanecer cayendo en mi silencio
después
solo tu alma frágil
La marea incesante golpea el árbol
sin espuma deja el silencio
al fin
la roca dejará que se atraviese
su huella desaparecerá tras el
invierno
Los pájaros de tu voz amenazan lluvia
gotas en blanco y negro
en la noche tu nido
húmedo sonoro
recrea una cascada madura
te viertes en picada sin aletear
bebo tu trino
levanto el vuelo
Arriba en la roca
extendí mis manos
quise volar
la niebla me detuvo…
Las mariposas
se hacen en flores
para no morir de frío
golpeo la puerta
remolino multicolor en mis ojos
amaneció…
aún eres crisálida
Llegas
descalza y en puntillas
al ritmo de un blues
bien entrada la madrugada
siento tus palabras
literalmente las siento
cortan la luz el silencio
y se quedan calentándome…
Me detuve
la piedra en mi mano se deshizo
la esparcí en el fuego
solo tú me avivas infinita
Su cuerpo regresa intacto
la última estrella tiembla
desaparece entre las hojas
No caen las hojas
en tu cuerpo
el abismo paralelo reverdece
Acordemos que el trino
regrese al agua
paralelo ágil del viento
En la nieve
como en el sol
tiembla la mano
En la madrugada
sin luz de luna
desnuda la música
Frutas de sal
como en el agua
transparentes tus labios
Ojalá la noche
no se derrame en la arena
cuando te desnudes
ojalá riegues mis labios
también
antes de caer
Camino al fondo
más allá
cuando el inquietante
ir y venir de soles amarillan los trinos
te desnudas
alcanzo a percibir tu purpura mirada
sobre mi ocaso
me doy vuelta
me alcanzas con tus vocales
bocanada de vida
desatas el nudo agobiante del silencio
te haces final
Cayó despacio repitiendo cada
movimiento
respiró el polvo melancólico
y se perdió
del vacío frágil
esa mujer dispara estrellas
sus hijos brotan por millones
ríe la tierra agradecida
Me dices descálzate y desaparece
cuántico resucito
me veo pájaro me veo niebla
no alcanzan mis manos
en alas para abrazarte
por fin el viento
me surca blando con los pies
sangrantes
Después de todo
la madrugada no deja de crecer
aún siento miedo
como cuando te ibas dejando tu dolor
recuerdo tus pasos largos
el tiempo no ha podido ocultar
tu miedo ni el mío
Miré por la ventana
el girasol se detuvo
supe que nunca más
las mariposas
prolongarían la tarde
Corrió descalza
alguien gritó su nombre
fue tan rápido
que olvidó nuestra cita
No le gustaba el silencio
se decidió por el bosque
entre pájaros y hojarasca
le llegó la muerte
Llegó en punto
y se quitó la sombra
a la media noche
descubrí que sus pies
aún estaban tibios
Conocía la libertad
pegada del espejo
me pidió un café
le di la tarde
se la bebió de un sorbo
nunca más durmió
Soñaba con el mar
lo dibujó
cuando regresó
un barco velero ancló en su orilla
En sus manos
peces de colores copularon
después del aguaje…
la vi flotando
en un lecho arcoíris
La música
el sueño
tus palabras
¿quién eres en la noche?
Solo notas obscuras
Pandora abres la caja
sin luz luna te desnudas
mudas de piel
Yo…
coleccionista de tus mutaciones
Grita agita las olas cambia de color
revuélveme el cabello y cierra los
ojos…
no habrán más delfines
solo arena
Mientes cuando dices que las horas
llegarán a mi cornisa ya no creo en tu
tic tac sé que estás detenida sé que
en tu piel los universos transgreden
el tiempo te desnudas todo termina
tarde o temprano
Se detuvo frente al viejo edificio
sacudió la cabeza estaba conmovido
la soledad había tomado conciencia
en sus manos se retiró pensando en
el traje que nunca podrá usar y en la
mujer que nunca más verá
(De Tres, 2011)
LUIS ENRIQUE YAULEMA ORMA (Riobamba, Ecuador, 1968). Poeta, lector precoz y solitario por naturaleza. Ha publicado tres poemarios: Teoremas, 1996; Traversa, 2005; y Tres, 2011. Su obra consta en antologías ecuatorianas y latinoamericanas. Ha participado en Festivales de Poesía dentro y fuera del Ecuador. Actualmente trabaja como promotor cultural en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
SOBRE LA POESÍA DE LUIS ENRIQUE
Músicas y el giro letal de la palabra, se levantan desde la voz del escritor Luis Enrique Yaulema redimiendo nuestra levedad: palpitar transitorio por los espacios, piel que a veces nos deja ciegos frente a la poesía. Músicas que duelen e incitan, que saltan abismos suyos y nuestros en esa premura por cantar una eternidad que nunca hemos tenido… Esos cánticos en textos que desde el amor o su antítesis no solamente se proyectan en la vibración, sino que se clavan en la epidermis del futuro con soledades que duelen por anticipado, y explosiones de éxtasis que sin llegar nos ungen en un estado nunca prometido y que sin embargo anhelamos. ~ Gabriel Cisneros Abedrabbo (Poeta y Vice-Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana)
Los versos de Luis Enrique poseen esa cualidad sutil de decir tanto con tan poco. El tono moderado de su voz me ha ido apresando lentamente hasta el punto de sentirme sumergida en el sueño de sus palabras, en las nieblas de su páramo, en “el polvo melancólico” que salpican las revelaciones de un cántico amatorio y existencial abrazado por la naturaleza. Los poemas de Yaulema son ofrendas íntimas y suaves, las he recibido y quiero seguir recibiéndolas para poder llegar a ser “coleccionista de sus mutaciones” . ~ Ana Cecilia Blum (Editora Metaforología Gaceta Literaria)