Su corazón entre las piedras
POEMAS DE CATALINA SOJOS
DE RUNAS
I
a la primera palabra le ofrecimos un poncho de espóndilos
y en sus tobillos atamos sonajeras
cuando la noche se volvió hueso
ella huyó con su aire
luego quedamos manchas
de aquellos que creímos danzar en su esqueleto
II
cuentan que el corazón del inca se transformó en aríbalo
sus fragmentos se exhiben
con esa terca actitud de las cosas que sobreviven al olvido
III
jamás sabrás quién es el vigilado
los pasos van y vienen
detrás del muro con las cinco hornacinas
arde la luna en la piedra sacrificial
hay un olor a escombro
a tierra retorcida
no, nunca habrás de saber
quién es el vigilante, el vigilado
IV
nadie entiende qué hace una mujer
como si fuera un pájaro muerto entre el cielo y la tierra
en tanto el vacío se instaura
ella limpia su corazón entre las piedras
V
ellos cuentan su historia con los dedos
y en los nudos inventan poliedros
registran el horizonte con hilos verdes
su tacto dibuja púas en los ojos
VI
entre las piedras los shamanes ululan
en su memoria
la pequeña hoja de una selva
se mantiene agarrada de su cola
presagios pueblan el bosque
lejos de la ceniza que en ti se confabula
VII
qué tiempo de exactitud sepultado entre ortigas
sal de la piedra
hombre que fue maíz y hierba húmeda
bajo rotas columnas
y amargas trenzas
tendido estás
en la delgada lengua del olvido
FUEGO
Tienes razón: soy fuego
y las perennes fogatas que llevo
incendian
los instantes dentro de mí.
Mis pensamientos
veloces chispas encendidas
prenden mi lengua y
arden las palabras
¡lluvia de fuego
soy
eterna y permanente!
(De Fuego, 1990)
VARIACIONES SOBRE UN TEMA DE CAVAFIS
Con qué desmayo
recogiste uno de tus cabellos
extraviados en la lujuria
mientras – sabías –
esperaba el próximo turno
sin embargo cuánto darías
por volver hacia aquel lecho
y que las monedas te recobraran
la Alejandría perdida
(De Antología Personal, 2010)
LA NOCHE
estaba allí desnuda
en un silencio plagado de rugidos
perfecta
con un ardor azul entre las sábanas
una leona que me rige
desde la húmeda arena
de mi cama
(De Antología Personal, 2010)
V
por cierto que es extraño habitar en un ángel
desacostumbrar al cuerpo de señales
no seguir practicando los ritos y las voces
empezar a pensarse como ese que no era
asistir a la diaria ceremonia
desasida de los gestos
y que en ese espacio recién inaugurado
un hilillo de voz
te corra por las sienes
(De Antología Personal, 2010)
Catalina Sojos (Cuenca – Ecuador, 1951). Poeta y Narradora. Autora de los poemarios: Hojas De Poesía, 1989; Fuego, 1990; Tréboles Marcados, 1991; Fetiches 1995; Cantos de Piedra y Agua, 1999 / 2008; Láminas de la Memoria, 1999 / 2008; Escrito En Abril, 2009; Antología Personal 2010; Runas, 2015. Articulista de diario “El Mercurio” de Cuenca.
Sus textos han sido traducidos al inglés, francés, portugués e italiano; poemas suyos figuran en diversas antologías nacionales y extranjeras; así como en varias revistas digitales del ecuador y el mundo. Además ha publicado varios libros de literatura para niños y prosa poética.
Leer a Catalina Sojos es como leer al sol que con “su tacto dibuja púas en los ojos”. Púas intensas, púas hermosas, púas aladas. En los poemas de esta autora cada verso es rayo infinito que inventa otros versos y así se va haciendo la cadena de fuego que es su poesía, que envuelve, que subyuga, que inspira, que enciende. Catalina Sojos es una de las grandes poetas nuestras, y ha sabido con su excelencia dominar la palabra, ha sabido no tenerle miedo. Gracias Catalina por tu poesía, tu ingenio, tu trabajo pulcro, decidido, elevado. Gracias por tu herencia verbal querida Cata. (Ana Cecilia Blum – Editora de Metaforología Gaceta Literaria)