Entre Alejandra y el Viento
Albin Lainez, poeta argentino escribe: “Con ojos cerrados voy, intencionalmente he resignado la visualidad. Tacto, sabores, olfato, deberán orientarme. Ocurre que en las pupilas cargo información de barricadas, desde ese pequeño sector corporal nacen juicios, comparaciones, ordenamientos, mayormente arbitrarios. Y ya no quiero ser un centinela. Esa mesa sabe a recuerdos. La mujer aquella huele a mares. Acaricio sombras tan bienhechoras. Descreo de lo notorio, con sentir es suficiente para un buen autoexilio…”
Y para hablar de su trayecto literario confiesa: “Cuento y descuento cincuenta y siete desde que vi luz y entré. Soy poeta, pero me le atrevo a la prosa de vez en cuando. En aquellos días cuando comencé con el taller literario aún no me salían barba ni verso atendible. Resido en Luis Guillón, Buenos Aires. Tengo blog: arlane-simbionte.blogspot.com. En 2012, año fundacional, edité por mi cuenta y riesgo un cuaderno de poesías titulado ‘Alrededor Infinito’, que me brindó grandes satisfacciones y casi nulos beneficios. En 2013 pienso reincidir contra viento y marea”.
Alejandra Dixit
Como un niño rojo
de súbito muy viejo
e impreso en el gris del
muro. Los cielos le
propusieron otro vehículo
de noche y hoy se oyen coros
sobre el suburbio
de ojos cual fusiles
¿quién fue entonces
el de eterno sonreír?
Yo, dividido por mil
Nos reconocimos bebiendo vientos
presiento que un influjo nocturno
nos tornó peregrinos lobos del bosque
los que vinieron
desprotegiendo sueños
convierten estos distritos
en desiertos.
Hoy un sonido regresa
en pos del color
y pretende luz
Y quiere tiempo
Aprehender el viento
Aprehender el viento de
las estaciones una tras otra
con tu risa aleteando
así de cerca
Escuchar la caricia
que flota adónde
y envuelve tan justa este
nimbo con que yerro
Sentirse
en carácter manifiesto
partícipe de cuanto
el camino proponga
para el fervor
Amar
que significa principio
donde partir hacia algo mejor
Quiero decir
hacerse cargo de todo aquello
a disposición durante el tránsito
sin perder el buen humor
ni la libertad indispensable
tanto aquí como del otro lado.