RAÚL VALLEJO O LA NOVELA POÉTICA

Por: Aleyda Quevedo Rojas

Fotografía del autor: Marcela Sánchez.
Fotografía del autor: Marcela Sánchez.

 

Catalogada como novela collage, “El perpetuo exiliado” es para mí, la novela más poética que el escritor ecuatoriano Raúl Vallejo* ha creado hasta el momento. 439 páginas, seis capítulos consistentes y un lenguaje preciso y transparente nos devuelven la fe en que historia y literatura, pueden llevarse bien y constituir en uno de los mejores maridajes para el disfrute de lectores exigentes.

Vallejo es de los escritores que ha cruzado con elegancia y solvencia las fronteras del relato, la novela, la crítica literaria, la opinión, la poesía y la cátedra. Pero encuentro, que es en esta novela, dónde mejor logra trenzar el misterio de la poesía con fragmentos conmovedores de una correspondencia tan personal como histórica. El autor, a partir de la realidad de los archivos  y la pulsión de la invención permanente, teje una novela donde su personaje es mostrado más allá de la faceta personal, sino que además, nos adentra en una época histórica y política del país, enriqueciendo la memoria social y política del Ecuador.

Velasco Ibarra, aquel personaje que por cinco veces fue presidente del Ecuador, no se queda en su caricatura o es menos esperpéntico, loco y populista para pasar a ser más humano, enamorado, refinado y preclaro políticamente. Un hombre que a pesar de su turbulencia política nunca pierde la sensibilidad para seguir amando y ser tocado por la poesía:

 

“El sol apenas si enseña un segmento de su circunferencia encendida.

-Es admirable la serenidad y la paz que emanan de doña Corina.

-¡Ah, don César! Ella es un remanso en la furia de mi día.

Mi ser descansa cuando ella convoca a la música del piano en las noches de nuestro hogar. ¡Cuánta falta me hizo cuando se fue a Buenos Aires!

-Mírenla, presidente, su figura recortada frente al mar parece etérea.

-Corita, señor, es el soplo de Dios en mi ser de barro”.

(Páginas 224 y 225)

el-perpetuo-exiliadoLa novela está inundada de pasajes poéticos que revelan el amor puro, delicado, casi rayando en lo idílico, que Velasco, sentía por la poeta argentina Corina Parral, quien se convertirá en su esposa y su compañera hasta su muerte. A partir de la exploración sutil y acertada de esta relación de amor, el autor nos permite releer el pensamiento político y la mirada sobre el país y el mundo, así como sus múltiples cuestionamientos a las oligarquías y a los militares, poderes que siempre han querido dominar al Ecuador, y que el doctor José María Velasco Ibarra, se conocía hasta en sus pequeñas triquiñuelas como para proclamarlas ante la chusma que lo seguía como un reguero de gente por donde pasara.

La poeta y crítica colombiana, Luz Mery Giraldo, al referirse a “El perpetuo exiliado”, señala: “la historia política y social de Ecuador y la de José María Velasco Ibarra, un ‘jubilado a fuerza de destierros’, son re-escritas aprovechando tantas perspectivas como autores se han referido al respecto, al hacer que formen parte de la escena como personajes o intercalando fragmentos de sus textos, cuyo resultado sumado a la fantasía, converge en la novela collage. Historia y personaje van y vienen por los siete capítulos, mientras en seis interludios, como en la música, se producen descansos a tanta peripecia en ‘ese país plagado de conspiradores’ y episodios trágicos, logrando que el lector tome aliento para lo que sigue. Y es la pausa desde ese tono personal donde se cuenta de dónde viene la novela, qué significa recibir un legado, en este caso el de un abuelo a su nieto —ahí lo autobiográfico—, cómo es que una vida y una historia reclaman nuevas escrituras, cómo se documenta el autor y qué debe hacer con las ensayos, otras ficciones, conversaciones, testimonios, canciones y poemas, en fin, documentos reales que alimentan una vez más la fantasía creativa para atreverse a reescribir sobre lo conocido y dar una nueva versión del personaje”.

Por eso no importa si es verdad o ficción: si el narrador encontró el diario de Corina en una librería de viejos de Buenos Aires, o si el político ecuatoriano mantiene o no un sabroso diálogo con el afamado escritor argentino Jorge Luis Borges, lo que importa es que el narrador logra armar una arquitectura novelística que lleva de la mano al lector por los vericuetos del amor, la política y la historia nacional; de allí que la mujer frágil que acompañó en sus exilios a Velasco Ibarra, adquiere un importante papel protagónico donde sus Obras Completas, publicadas por la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1969, esencialmente poemas, tejen y destejen una atmósfera sonora con ecos clásicos, giros metafísicos, lecciones morales, estéticas verosímiles de una época de tango, soledad, dictaduras, fugas permanentes, austeridad, amor a Dios, descubrimientos de traidores y conspiradores…Pienso en cómo sería llevar al cine “El perpetuo exiliado”, sin duda, un reto fascinante para cualquier cineasta ecuatoriano, seguirle al “loco Velasco”, con una cámara, por el municipio colombiano de Sevilla, Valle del Cauca, sobre todo, en Buenos Aires donde vive su mayor exilio y donde muere Corina Parral el 8 de febrero de 1979, de donde Velasco  regresa, trayendo los restos de su esposa. Él llegará al Ecuador, según sus palabras, únicamente “a meditar y a morir”. Velasco Ibarra murió, mes y medio después, el 30 de marzo de 1979.

“El perpetuo exiliado” mereció el prestigioso Premio Internacional de Poesía “Héctor Rojas Herazo 2015, y se presentó en abril de 2016 en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Y, en este mes de septiembre se presentará en la Feria Internacional del Libro de Guayaquil, y en Quito, en el Fondo de Cultura Económica de Ecuador, el 17 de septiembre. Altamente recomendable es ésta novela de Raúl Vallejo.

 

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Raúl Vallejo (Manta, Ecuador en 1959). Tiene varios libros de cuentos publicados: Máscaras para un concierto, Solo de palabras, Fiesta de Solitarios, Huellas de amor eterno y Pubis Equinoccial. Ha publicado también las novelas: Acoso textual, El alma en los labios y Marilyn en el Caribe. En poesía publicó: Cánticos para Oriana, Crónica del Mestizo, Missa solemnis y Mística del Tabernario. Ganador de varios premios internacionales en cuento, poesía y novela. Es el actual Ministro de Cultura y Patrimonio del Ecuador. (Conoce más sobre el autor en: www.raulvallejo.com)

 

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Aleyda Quevedo Rojas (Quito, Ecuador, 1972), poeta, periodista, ensayista literaria y gestora cultural. (Conoce más sobre la autora de este ensayo en metaforologia.com/soy-mi-cuerpo)