Poemas de José María Prieto

 

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La poesía de José María Prieto es aguda, da pataditas de sarcasmo e ironía. Te puede sacar unas risitas pero sobretodo te deja pensando, exige  el acuso de recibo, se impone despacito  y su susurro es pronto voz alta, argumento definitivo. Me quedo con los versos incisivos de este amigo poeta, me quedo con ellos, los contemplo, los releo, los descubro, dejo que jueguen conmigo y entre juego y juego revelen la verdad. ~ Ana Cecilia Blum

 

 

tiempo cortante

una morgue en el cielo de la boca

David Morello

 

¡Que manía tienen de cortar las flores

cada vez que crecen,

las hacen asomar,

en una solapa,

en un jarrón!

 

Corten, no sigan, déjenlas tranquilas,

están muy bien donde están como quieren

a la intemperie.

 

¿Puedo partirle la cara y exhibírsela

recién cortada

está estupenda

a la entrada de la boca

a la entrada del salón

con una aspirina disuelta

no le duele?

 

 

déjame una hora

casi nadie tiene tiempo para nada,
antes se perdía
Manuel Padorno

 

Nunca me has dicho

que la hora que tienes en la muñeca

es incierta, me la cuentas tú

y a las venas que palpitan no se la dices.

 

¿Por qué te llevas puesta

con grilletes de cuarzo sobre el túnel carpiano?

¿Desconfías o te fías del reloj?

¡Déjame prestada una hora de las tuyas si puedes!

 

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husos horarios

hay viajes que se suman al antiguo color
de las pupilas
Aurora Luque

 

Horas,

lo que se llaman horas extras,

se recuperan

se extravían

en la maleta

sin nada que declarar

al pasar por la aduana.

 

Poco o nada sabe

el tiempo pasajero

el aduanero en su garita,

 

estático desconfía

 

desconfía el pasajero al ver

al reloj de pared,

le ha dado la bienvenida

y gratis le da

algo ¡qué raro!

la hora local,

 

el suyo está en otro mundo,

en otro continente está su muñeca,

antes o después tendrá que cambiar

de parecer, decir la verdad,

decir qué hora es

y dejar de bostezar

 

con la boca abierta

le espía el aduanero y le pide

un pasaporte legal,

que sea legal si se adentra.

 

 

Bajo sospecha

Homenaje a Sergio Gaspar,
sic transit gloria mundi

 

Lleva días cavilando el inspector de hacienda,

ha descubierto que existen los poetas,

viven en la inopia, dice, un paraíso fiscal,

 

escriben a gusto y tienen ingresos

contantes y sonantes

abren su apetito,

 

en su salsa y comestibles

se alimentan con parábolas,

 

a todos los autores vivos que venden alegorías,

que venden espacios en blanco

página tras página

les abre un expediente,

porque son rentables

 

es un delito fiscal fantástico, enigmático

ganarse la vida con quimeras,

hablando de personas que nunca han existido

se inventan lugares, historias palpitantes

palabra por palabra con encanto,

 

libres los versos,

libres y chirriantes los impuestos

son increíbles

son un poema.

 

(Inédito)

 

 

16

la tarde avanza

por tejados helados,

resbala y cae

 

 

 

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JOSÉ M. PRIETO
(Madrid, España, 1949)

Catedrático de Psicología Diferencial y del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid lleva una doble vida de publicaciones desde hace más de tres décadas. En inglés sus trabajos de investigación y de revisión temática en editoriales internacionales académicas. Ha sido secretario general de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada, ONG de ONU y UNESCO. En sus viajes la poesía han sido, por placer, su acompañante y a partir de un congreso International de Psicología Aplicada en Kioto en 1990 empezó a apreciar la poesía japonesa primero, china después y coreana más tarde. El nexo era el Budismo Zen y el Taoísmo. Secuela ha sido impartir desde el 2000 varios seminarios de doctorado sobre el vínculo entre la Meditación Budista y el Bienestar Psicológico o Espiritual. De ahí tres trilogías: una de raigambre poética asiática: Haiku a la hora en punto (2007), Tanka a trancas y barrancas (2009) y No están ciegos los poetas: el sijo coreano, en Ediciones Vitruvio. La segunda aborda temas budistas: Penetrante compasión: cincuenta koan contemporáneos (2007), El sutra de la eternidad dorada: budismo y catolicismo en Jack Kerouac (2011) y  Poesía Mistica Zen de Eihei Dogen (2013), en Miraguano Ediciones. Son sus hallazgos en San Francisco y Kioto. La tercera alude a querencias polémicas: Jesús nunca fue cristiano (2010), Nuestra señora es un caballero (2013), Los cuernos de la cigüeña (2014). A partir de una crisis de salud y de un año sabático decidió vestir de largo a las libretas y a ciertos momentos de lucidez e intimidad. “Fino sentido del humor”, “fuerte ironía y sarcasmo”, “lirismo”, “no deja indiferente el aire fresco de su sierra interior”, “desconcierta un poco”, “estrena un nuevo fondo en la historiografía poética” son los comentarios de poetas y críticos explícitos. Practica una poesía sonriente.

 

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“En Los cuernos de la cigüeña, José M. Prieto utiliza el tiempo humano, su eclosión, su devenir, su acabamiento, como materia medular del poemario. Un libro extenso, constituido por 73 poemas, cada uno de ellos encabezado por la breve cita de un verso de distintos poetas, como si la referencia continua al transcurso temporal  quisiese acompasarse al fluir de esos múltiples atisbos poéticos, donde muchos poetas contemporáneos son recordados junto a otros como Quevedo, Rubén Darío, García Lorca, Leopoldo Panero o Julio Cortázar”. ~ José María Merino (Miembro de la Real Academia Española)