POEMAS DE EDDA ARMAS

 

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Edda Armas por el lente de Lisbeth Salas

 

FONDO BLANCO

Si deprisa andas no verás la simetría de los huecos
perderá el tacto la sensibilidad en lo rugoso
y la partitura seguirá siendo mal leída
es el error de creer saberlo todo, pero

el dato oscuro es fugitivo

la aspereza hace costumbre en cada uno,
nos perturba nos arruina
limita la percepción
de torpedo    de lo franco

el dato oscuro es fugitivo, ante

el fondo blanco que le reclama alguna presencia.

 

DÍAS LABRADOS EN LA HORA DE ARENA.

MARGARITA dice que no me asome más a la ventana.
Que deshaga las vueltas del tejido de la misma forma en
que el canto del ave nos hiere en cada amanecer…
Y ensarto la aguja con el hilo del cedazo de lino azul que me
regalaste antes de partir y cada puntada que hago lleva el nombre
de lo que se va olvidando, y al entrar y al salir, graba la imagen
puntillosa del paisaje que se ha ido desfigurando dentro.

CUANDO te miraba a lo más profundo de tu mirada
la medianía del cielo se hacía enaguas en mi corazón.

(De: Sin negativo ni estaciones, 2012)

 

DIANA, LA CAZADORA

Cuando me quite la piel del tigre
vendrán a dormir conmigo los insectos
cuando me quite los ojos de gacela
el paisaje será más quieto y el viento
el que nos aceche, no lo olvides
a la hora en que se saldan los amores
pues no debes fiarte de lo frágil
dice la diosa de los bosques
que la gacela atrae a los tigres
hasta la charca oscura de las aguas
y quien allí les da caza muere.

 

NUNCA RUINA

debe ser pecado […] que
no dejes de dolerme.
Luzmaría Jiménez faro

El amor los deja huérfanos
No te vayas, se dicen
igualados, el uno con el otro

la casa que no existe para ellos
la buscan en su propio cuerpo
herida en él podrá ser
pero nunca ruina.

[con Takeshi Kitan por Zatoichi]

(De: Toma lo simple por el tallo, 2009)

 

LOS LOBOS PODRÁN AULLAR

Los puntos débiles son espinas. Entierros.
Azotan, cuando menos se espera. Son semillas.
Crecen en la oscuridad.

¿Bajo cuál apariencia se harán presentes?

Se asoman convirtiéndose en una circunstancia
que nos enfrenta.

¿Nacemos con ellas o se generan de las
experiencias que no logramos asimilar?

¿Has mirado mi cuerpo con una lupa?

Cada partícula exige una perspectiva,
cada rincón un ángulo diferente.

Detalla mis lunas. No, no me refiero a mis lunares,
hablo de las lunas interiores. Eclipsadas,
prominentes, intersensuales. Cosmogonías de la intimidad.
En las propiedades de la gema radica el secreto.
La energía contiene. Indaga, el color del mineral
que la retiene. Habitas el bienestar del escondite.

No puedo desactivar la bomba, ni cortar los hilos
que anudan una sensación a otra. Ni siquiera
puedo evitar que ames a tu propio ritmo
o que la nostalgia te atrape cerrando la ventana.

Los tiempos no son los mejores.
Hay demasiado monóxido. La bomba nos acecha.
Mediocridad y odio tiñen los actos del hombre,
y la palabra cotidiana. Compartimos la confesión,
la lucidez en noches afiebradas, el juramento
¿sobre qué Biblia, en cuál ceremonia?

Damos tregua a los sentidos cuando el alma reclama
hábitos para recobrar el ánimo en días aciagos.

Quisiera decirte que entendí, pero no es así.
Somos la rutina. Lo roto. La espina.
Un cascarón de langosta en el fondo del mar.
Giramos. Cortamos el hilo para ser otro deseo.
La intersección. La lengua renaciendo.
Una luna basta. Dos nos agobian.

Girar el trompo. Descargar. Hallar la zanja.
La espontaneidad. La compañía sobre la grama.
Mediar con las lunas interiores. Morder la zeta.
Retar al girasol tragando luz, siempre luz
hasta el renacimiento necesario.

El mundo es una salamandra de torpes colores
enjaulados. Reconocernos no nos salvará del ocio,
de la equivocación. Giramos el trompo. Nube.
Los lobos podrán aullar, los cielos tornarse
aguasmarinas, las ortigas crecer como extensiones
doradas a tu vista, pero aún así tu cuerpo,
deseado, audaz, concreto, permanecerá invicto
hasta que cierta luz lo alcance.

Al romper el cascarón renaces y esta gacela que soy
te encuentra.

(De: En bicicleta, 2003)

 

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TRIBAL

Sueño la voz y el cuerpo del hombre
en medio del desierto que nos reúne
al lomo de la bestia

La ventisca de arena sobre el rostro quemado

Después del resplandor la ausencia

He querido nombrarte en abrazada soledad

La menstruación no vino y el hijo bendice
en tierra árida de minas enterradas
que los pies trashumantes han de andar
errantes, en orfandad

Como destino llevamos la daga
El suelo que pisamos confirma
La premonición que ayer era sueño

El dolor nos fortalece

Soy la más paciente de la tribu.

[a Lourdes Ventura]

(De: Fe de errantes, 2006)

 

EL DEDO DE ORO

El dedo de oro señala la costilla que duele,
agujero por el que has salido de mi vida.
También la zanja donde habremos de enterrar
algunas cosas, esas que quedan rezagadas
dispersas errantes silentes a la espera,
sin lugar quizás donde desatar la furia
aguardan diminutas algunas veces atadas a
la espalda. Cabrían allí mismo, digo ahora,
las cartas escritas nunca enviadas. Bellas
durmientes trajeadas con espinas de lo espeso.
El dedo de oro no lleva ningún anillo;
desmiente o afirma, testigo inclemente
como lo es, de la canción desafinada.

(De: Toma lo simple por el tallo, 2009)

 

CORONA MAR

Amargamente viva, quemadura de sal
del mar en que se nace.
Blanca Varela

El mar adentro insiste afuera
arcano en su oscuridad
con su cuerpo líquido
abre bocas que no sacia
lame el firmamento
ata nuestro pulso al suyo
a su lengua,
imanta lo filoso
retornándonos
al origen

al triangulo inicial

(De: Corona Mar, 2011)

 

DE POEMAS DE HUMO BLANCO

Lo oscuro cerrado como un dios.
María Clara Salas

Al venir de vuelta por el mismo camino de piedras
ya no estaba,

la roca lucía la sombra que dejaste tallada en ella
y con mis manos evoque el recuerdo de palparla

la colgué en el árbol cual granada expuesta al sufrir.

Dale la fruta al visitante dije, para que sacie su sed
para que selle la gruta un nuevo silencio

La pierda lo recibe
Eso y más
Hunde y permanece
Serena
Allí
la alargas y la habitas.

(De: Corona Mar, 2011)

 

AMATITÁN

Te lo advertía la ventisca
seco aroma seco sobre el rostro
apenas pusiste un pie
en la casa de las herraduras:

tanto corazón
en golpe simple
robaría el tuyo

y las señales vecinas escuchaste,
con su alargada forma de cintas
unas con otras amarradas, todas
por el frugal ojal de estos aires.

Retraída y sentada ya con tu sombra
desgranaste suplencias y reformas;
mazorcas acaso con dientes apilados
y pan fue lo que hiciste, con ellos.

Orden tal vez, heredado y asumido
al doblar el cubrecamas de retazos
en el que, con paciencia bordaste
las nueve flores coloridas del agave
y las garras del tigre que te acecha.

Tiempo este otro
que, con nuevos ojos y de reojo, miras
sí el tequila te enfría la garganta,
cuando la brasa arde,
y las cintas deslazan aquellos retazos
y la voz que aún se resiste
alza la letra muerta de la canción
con la piedad del que comprende.

Y dime entonces, y antes de que avance
aún más, sobre ti y sobre mí, la perenne noche:

¿qué pan es el que haremos, corazón roto,
con el rostro de este hoy desguarnecido?

[A Frida]

(Inédito)

 

 

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Edda ARMAS (Caracas, 1955) Poeta, psicóloga social, gestora cultural y editora. Aparece en  el panorama poético en 1975 con poesía breve en Roto todo silencio  y Contra el aire (1977) y participa del I Taller de Creación Poética de la Fundación CELARG guiado por Ludovico Silva. Autora de 15 poemarios publicados entre 1975 y 2012, los más recientes: Sin negativo y estaciones (2012), Corona mar (2011), Toma lo simple por el tallo (2009), y Dagas y otras flores/Antología personal  (Monte Ávila Editores, 2007).  Su obra ha merecido los premios Municipal de Poesía de la Alcaldía de Caracas 1995 por Sable, y el Premio Bienal Internacional de Poesía “José Antonio Ramos Sucre” por En bicicleta en 2002, entre otros. Presidió el P.E.N Venezuela entre 2005 y 2009. Ha representado a su país  en Festivales de Poesía en México, España, Houston-USA, El Salvador, Colombia, Perú y Ecuador.  Es coautora con Lihie Talmor de la Antología Fe de errantes/17 poetas del Mundo (2007). Desde 2005, facilita talleres de poesía y motoriza proyectos literarios independientes. En 2015 se estrenó como editora de la Colección de poesía venezolana Dcir ediciones. Twitter: @EddaArmas
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