Contra la Muerte y el Dolor y el Mal

ALBRICIAS Y OTROS POEMAS DE
GABRIEL CHÁVEZ CASAZOLA

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Albricias

A Lucía

 

Como un don o como la retribución de un don

cual una fruta presentada en un ritual simplísimo

la niña ha entrado en la casa, lo ha

visto todo con su escuchar,

todo lo ha oído con su ver y así

tan atenta al universo

que acababa de crear

el primer día

(en el principio era la tiniebla y el espíritu de Dios flotaba

dulcemente, en posición fetal, bajo la faz de las aguas)

hágase la luz

ha dicho

sin apelación a ningún significante

 

y nos hemos comenzado otra vez a existir

briznas de su costilla,

depuesta la flamígera,

la desnudez desnuda,

su greda fresca, el jardín

recién regado.

 

[De El agua iluminada, 2010]

 

 

gabriel-chavez-casazola-libroMemento mori

 

Ni el arco que contempló las pomposas victorias de César Marco Aurelio Antonino Augusto

ni aquél que casi fue rozado por la tiara del Papa Rey erguido en una cabalgadura

preciosamente enjaezada

ni ese otro que vio al Gran Corso desfilar con sus tropas en el cénit

de su tardío imperio decimonónico

y ni siquiera el pequeño seto de pino bajo el cual paseaba el Libertador,

hombre más bien menudo,

en la quinta de San Pedro Alejandrino,

cobijaron el mismo poder

que el arco que forma tu cintura

ni celebraron mejor

la frágil duración

de los reinos y el reino de este mundo

que la curvatura de tu espalda

cuando mi mano, en el alba, la atraviesa.

 

[De La mañana se llenará de jardineros, 2013]

 

 

Oliver Twist

 

Nació, como muchos hijos de la calle,

y su primera (o tal vez única) tibieza

fue el rescoldo del motor de un automóvil,

allí mismo donde fue parido y abandonado.

 

Lo adoptamos la mañana siguiente.

Lo bañamos, lo alimentamos, le dimos nombre.

En rigor de verdad, con el paso de los meses le dimos muchos nombres

como todos deberíamos tenerlos, de acuerdo a

nuestros cambios y los cambios de las circunstancias.

—¿Recuerdan la confederación de las almas

de la que habló Tabucchi?

 

Ni siquiera llegó a conocer el amor ni a multiplicarse.

No tuvo demasiadas alegrías, salvo las rutinarias

—compartir algunos ratos con otros seres, dejarse acariciar la

cabeza cada tanto—

ni demasiados pesares,

salvo una muerte horrible.

 

Lo encontramos una noche desangrándose por la boca,

con su interior destrozado.

—Cuentan ¿será posible? que tiempo antes

de acabar con los judíos, en algún lugar les quitaron

sus perros y sus gatos y sus canarios, y por crueldad o

diversión los asesinaron de una forma espantosa.

 

Dije que lo encontramos pero en rigor de verdad

lo escuchamos.

Daba alaridos bajo el auto

en el mismo lugar en el que fue parido

y que eligió para morir,

 

quién sabe buscando aquel rescoldo

esa primera (o tal vez única) tibieza

del motor recién apagado, que le dio la ilusión

de haber sido bienvenido en este mundo

y de que alguien o algo le decía adiós

cuando salía de él del mismo modo en que había entrado:

envuelto en sangre y solo,

exactamente de la manera en que suelen hacerlo

los muchos hijos de la calle.

 

[De El agua iluminada, 2010]

 

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No

 

No en el precioso y preciso jaspeado carmesí en el corazón de esta flor

blanca como un cáliz de nieve,

no en sus pétalos albos y pequeños, no en las

líneas carmesíes diminutas como trazos de sangre de un gorrión

malherido de amor sobre esa nieve;

 

La belleza está en los ojos del que mira,

en el preciso y precioso jaspeado del iris de sus ojos,

en el corazón de su pupila,

en las líneas nerviosas diminutas que conectan el ojo

con la mente.

 

La belleza no está en el mundo por sí misma y para sí.

La belleza del mundo está en los ojos de los habitantes del mundo,

en la mente de los habitantes del mundo, en todos los sentidos de los habitantes del mundo

pues no hay olor sabor textura ni trinos de gorrión ni cálices de nieve

sino aquél que puede maravillarse en ellos.

 

La belleza está en tus ojos en tu lengua en tu pezón

en el funcionamiento maravillosamente armónico del martillo y el yunque y el tímpano de tu oído interno

en las células olfativas que trémulas se extienden debajo de tu rostro.

 

Contra la muerte y el dolor y el mal,

a pesar de la extensión de su reinado en ti y en mi,

la belleza está en ti y en mi, no en esta flor

 

que temblorosa sostiene

su blancura

y sus irisaciones carmesíes

en una palma cuyo pulso un día dejará de latir

y será trazo de sangre en el corazón de un gorrión niño

y cáliz de tierra y humus para las nuevas flores

como esta

 

que temblorosa sostiene

su blancura

para aquellos que podemos percibir la suma

de todos los colores.

 

[De La mañana se llenará de jardineros, 2013]

 

 

Donde el poeta, investido como un personaje de Kozinski, conversa con su hija

 

Para Clara

 

Y si de pronto un rayo o un camión se abaten

sobre la palma erguida,

sobre su razón llena de pájaros

y mediodías

 

si la malaventura hiere su frente de luz

y la desguaza

y convierte en escombros su razón

y su alegría

que era también la nuestra

 

no te dejes llevar por la tristeza,

hija,

recuerda que detrás de los escombros

siempre quedan semillas

 

y que algún día,

pronto,

después del rayo y la malaventura

 

se abrirá la luz

cantarán los pájaros

y nuestra calle y todas las calles del mundo

donde alguna vez hubo palmeras abatidas

se llenarán de felices jardineros

que peinarán

los nuevos brotes

y regarán los mediodías.

 

Te lo prometo, hija:

la mañana se llenará de jardineros.

 

[De La mañana se llenará de jardineros, 2013]

 

 

gabriel-chavez-casazola-fotografiaGabriel Chávez Casazola (1972)

Poeta y periodista boliviano. Publicó los libros de poesía Lugar Común (1999), Escalera de Mano (2003), El agua iluminada (2010) y La mañana se llenará de jardineros (2013 en Ecuador y 2014 en Bolivia). Parte de su obra se halla traducida al italiano, portugués, inglés y rumano. Poemas suyos se encuentran incluidos en antologías internacionales y de su país. Ha participado en encuentros, lecturas y festivales de poesía en varias naciones y ciudades de las Américas y en España. Imparte talleres de poesía  en universidades y centros culturales. Columnista en periódicos bolivianos y colaborador de revistas internacionales de poesía. Editó una vasta Historia de la cultura boliviana del siglo XX, en dos volúmenes, premiada como Libro Mejor Editado en su país en 2009.  Entre otros premios, ha recibido la Medalla al Mérito Cultural del Estado boliviano. En 2013 fue finalista del Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo.