SEIS POEMAS DE
ALEJANDRA FERRAZZA

 

 

EXTRAÑO LO QUE NUNCA TUVE

y tal vez no tenga

lo que no sé cómo sería

pero imagino…

 

ese arrebato que llena cada espacio

de la noche cuando perdida

me refugio en el peligro sabiendo

que el fuego arderá en el vientre

y que los ojos permanecerán vendados

 

sólo el hilo de la espera se desata

sólo el temblor de la piel

y la inocencia del encuentro

se sorprenden cuando nada

se ha dicho…cuando todo duerme

cuando el filo del cuchillo se hunde

suavemente y nos deja

su herida indeleble en nuestro rostro

 

 

 

ME DESVELA ESTE APURO

cubierta de musgo

y despojada de ataduras

el vértigo me atrae

 

ansiedad de ser

de cobijar el vacío

que se aprieta en la noche

 

tu música que todo lo sabe

y ese azul

desbordando

cuando languidece tu voz

entre las letras

 

tu mano acompasada

acaricia la sombra del presente

un ritmo nocturno

de palabras susurradas

deshace los límites

 

y tus ojos

silenciados

en el cauce de la espera

 

 

OLVIDO

 

Pierdo el recuerdo.

Ya no sé cómo huelen las manos.

No me queda la imagen

de la última noche

en que la luna controlaba la marea.

Puedo contar estrellas.

Puedo tratar de hilvanar el sentido

de las cosas.

 

No reconozco como mía

la cicatriz más visible

ni la astilla que hace sangrar mi dedo.

 

Tampoco sé de los ojos

que me miran…

 

Hoy,

es apenas el ocaso

de una noche.

 

Desolada

en la imprudencia,

confusa

donde no existo

enhebro estas palabras.

 

 

PUNTO CRUDO

 

La lluvia trae el sosiego

de las cosas,

ese impasible acontecer

de la tarde que se decide a estar

sin más preámbulo.

 

Acodado está el recuerdo

en el rincón más íntimo.

Paso a paso el tiempo

desempolva caprichos,

acapara espacios vacuos,

colmándolos de asfixia.

Se estaciona en el perfil

de los objetos

y parece detenido

provocando desamparos.

Cada segundo se eterniza,

convoca desalientos,

perpetúa desencantos.

 

En la inercia de la espera

nos sorprende la noche

y una angustia

nos alerta

al destrozar la luna.

Nuestro enigma se devela

a la intemperie.

La oscuridad abraza

nuestras sombras.

 

La lluvia ha cesado

mientras descalzos recorremos

laberintos de horas.

 

 

PENÉLOPE

 

Imagina el paraíso de los labios,

su piel… la entrega.

Cuenta noches y estrellas

bajo una luna extraña.

Una música arrulla

su efímero descanso.

Se cubre en soledad

con la bufanda infinita

de una historia de encuentros

y distancia… de copas y poesía.

 

Sueña con besos de limón y chocolate

sobre el colchón de plumas.

Su ventana permanece abierta

en espera.

Su corazón ruge en silencio

desgarrando su garganta

y de su pecho nace una flor…

 

Ella espera la cita,

ella teje,

ella se prepara.

 

 

ESTOY ENCADENADA A TU DESTINO

con una pesadez que gravita en lo obsceno.

Cordón umbilical

que subyuga y amarra.

A tu rutina corrosiva me acostumbro.

Vendo mis ojos y caigo al precipicio.

Mi piel ya tiene huellas de infortunio

y aparecen sus llagas,

pero la sangre se convierte en agua.

 

Cada día que bebes de mi fuente

comienza un ciclo,

y en cada trago me aferro más a tu locura.

 

Mientras, construyo con mis manos un castillo

para guardar los momentos más amargos.

Y mi jardín, sin flores ni perfume,

como afectado por la acidez de una lluvia urbana,

se acomoda, se ciñe a tu estructura,

y se conforma apenas con un rayo tibio.

 

 

Alejandra Ferrazza. Poeta y Editora argentina. Reside en Miami. Fundadora de la Revista Nagari. Directora del Proyecto Cultural Setra. Sus poemas constan en varias Publicaciones y Antologías de Poesía de América y Europa. Mantiene un poemario inédito pronto a publicarse.

(Fotografías cortesía de Maurice Sparks)